martes, 31 de enero de 2012
DECINE 2.0
viernes, 27 de enero de 2012
ESTRENOS DEL 27 DE ENERO
El anuncio de las nominaciones a los premios Oscar el pasado martes ha marcado la actualidad cinematográfica de la semana, llegando incluso a contagiar en diferentes sentidos a los estrenos que llegan este fin de semana. Tenemos antiguos premiados en horas bajas, nominados de esta edición y aspirantes que se han quedado de vacío.
BAJO AMENAZA
Director: Joel Schumacher
Guión: Karl Gajdusek
Reparto: Nicolas Cage, Nicole Kidman, Cam Gigandet, Jordana Spiro, Ben Mendelsohn, Dash Mihok, Liana Liberato, Nico Tortorella, Zurab Matcharashvili, Gracie Whitton, Brandon Belknap, Terry Milam
“Bajo Amenaza” reúne como principales protagonistas a Nicole Kidman (Oscar por “Las Horas”) y Nicholas Cage (Oscar por “Leaving Las Vegas”), dos actores que tiempo atrás representaron lo más alto del escalafón hollywoodiense, pero que en la actualidad parecen haber perdido su tirón artístico, refugiados en película como la que aquí nos ocupa, un thriller claustrofóbico que en Estados Unidos pasó directamente a ser distribuido en formato doméstico. Dirige John Schumacher (“St. Elmo, Punto de Encuentro”, “Batman y Robin”, “Última Llamada”), otro cineasta que ha alternado momentos de auge y caídas y cuya carrera actual no está pasando tampoco por su mejor momento.
El feliz matrimonio formado por Sarah (Nicole Kidman) y Kyle Miller (Nicolas Cage) parece tenerlo todo: un elegante y apartado hogar con todas las comodidades imaginables, y una adorable aunque rebelde hija adolescente, Avery. Kyle es un tratante de diamantes de gran éxito y Sarah es arquitecta. Ella misma ha diseñado su extenso y moderno hogar de cristal, piedra y acero, rodeado de densa vegetación. Pero sus tranquilas vidas se verán amenazadas cuando una banda de intrusos irrumpe violentamente en la casa. A partir de ese momento, Kyle se verá obligado a hacer uso de toda su pericia en un intento por salvar las vidas y los sueños de su familia.
ALBERT NOBBS
Director: Rodrigo García
Guión: Glenn Close, John Banville
Reparto: Glenn Close, Jonathan Rhys Meyers, Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Brendan Gleeson, Mark Williams, Maria Doyle Kennedy, Janet McTeer, Pauline Collins, Brenda Fricker, Bronagh Gallagher, Antonia Campbell-Hughes, Annie Starke, Emerald Fennell, Phoebe Waller-Bridge
Glenn Close se presenta como principal impulsora y aval de “Albert Nobbs”, adaptación del relato de George Moore “The Singular Life of Albert Nobbs”. No sólo se ha encargado de interpretar al personaje principal, sino que además se ha escrito el guión (junto con John Banville) y ha ejercido de productora de la cinta. El esfuerzo se ha visto recompensado. La crítica ha aclamado su papel como esta mujer que pasa 30 años haciéndose pasar por hombre en al Irlanda del finales del siglo XIX y la Academia de Hollywood le ha otorgado su sexta nominación a los Oscars. Su aliado en este proceso ha sido Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez y cineasta especializado en personajes femeninos complejos (“Cosas que Diría con Solo Mirarla”, “Nueve Vidas”, “Madres e Hijas”). Coprotagonizan la cinta Jonathan Rhys Meyers (“Los Tudor”), Mia Wasikowska (“Jane Eyre”) y Janet McTeer (quien ha obtenido su segunda nominación a los Oscars gracias a este papel, la primera tuvo lugar en 1999 con la cinta “Tumbleweeds”).
Historia de una mujer (Glenn Close) atrapada en un triángulo amoroso inusual. Disfrazada como hombre para poder trabajar y sobrevivir en la Irlanda del siglo XIX, unos 30 años después de adoptar el vestuario de un hombre, se encuentra perdida en una prisión propia.
UNDERWORLD. EL DESPERTAR
Director: Mans Marlind, Bjorn Stein
Guión: John Hlavin, J. Michael Straczynski
Reparto: Kate Beckinsale, Stephen Rea, Michael Ealy, Theo James, India Eisley, Sandrine Holt, Charles Dance, Adam Greydon Reid, Kris Holden-Ried, Catlin Adams, Jacob Blair, Robert Lawrenson, Lee Majdoub, John Innes, Tyler McClendon, Panou, Ian Rozylo, Benita Ha, Christian Tessier, Kurt Max Runte, Mark Gibbon, Richard Cetrone, Dan Payne
“Underworld. El Despertar” presenta la cuarta entrega de esta franquicia que ha enfrentado a vampiros y hombres lobo. Tras el impasse que supuso “Underworld. La Rebelión de los Licántropos”, que situó la acción en la Edad Media para contar los prolegómenos de esta historia milenaria, la historia regresa a su protagonista inicial, Selene, la vampira cazadora interpretada por Kate Beckinsale. Quien no regresa es Len Wiseman, marido de la estrella y director de las dos primeras entregas, quien actualmente se encuentra dirigiendo un remake de “Desafío Total”. Como incorporación a la serie tenemos al actor irlandés Stephen Rea (“Juego de Lágrimas”, “V de Vendetta”) y de entre el equipo de guionistas podemos destacar la presencia de J. Michael Straczynski (autor de “Babylon 5” y prestigioso guionista de comics).
La legendaria guerrera vampira Selene (Kate Beckinsale) se enfrenta a su mayor y más poderoso adversario, al tiempo que descubre un perturbador secreto que cambiará todo por lo que siempre luchó. Quince años han pasado desde que Selene y su amante Michael, híbrido entre humano y licántropo, derrotaran al Vampiro Mayor Marcus en “Underworld Evolution”. En esos años la humanidad ha descubierto la existencia tanto del clan de los vampiros como del de los licántropos y se ha lanzado a una lucha encarnizada para erradicar ambas especies. Selene, capturada durante el genocidio, se despierta después de más de una década y se da cuenta de que se encuentra cautiva en un laboratorio herméticamente cerrado en Antigen, una poderosa corporación biotecnológica que se dedica a desarrollar la vacuna en contra de los virus que han creado a vampiros y licántropos.
J. EDGAR
Director: Clint Eastwood
Guión: Dustin Lance Black
Reparto: Leonardo DiCaprio, Naomi Watts, Josh Lucas, Armie Hammer, Judi Dench, Ed Westwick, Damon Herriman, Dylan Burns, Lea Thompson, Dermot Mulroney, Stephen Root
A estas Alturas del partido cantar las alabanzas de Clint Eastwood como director resulta redundante e innecesario. En “J. Edgar” el veterano cineasta se enfrenta a una de las figuras icónicas y ambiguas de la historia reciente de Estados Unidos, J. Edgar Hoover, primer director del FBI y un hombre que empleó su posición privilegiada para influir en el devenir político y social de su país. Escribe el libreto Dustin Lance Black, oscarizado guionista de “Mi Nombre es Harvey Milk” y protagoniza la cinta Leonardo DiCaprio. Con este plantel, se esperaba que “J. Edgar” tuviera una fuerte presencia en los Oscars, pero la Academia ha preferido dejar de vacío en esta ocasión a la cinta de Eastwood, siendo una de las grandes olvidadas de las nominaciones, especialmente en el apartado interpretativo, donde se esperaba que DiCaprio pudiera optar a su cuarta candidatura (previamente fue nominado por “¿A Quién Ama Gilbert Grape?” en 1994, “El Aviador” en 2005 y “Diamante de Sangre” en 2007).
Durante su vida, J. Edgar Hoover (Leonardo DiCaprio) llegaría a convertirse en el hombre más poderoso de América. Como director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), durante casi 50 años, hizo cualquier cosa para proteger a su país. Ejerció su cargo durante tres guerras y los mandatos de ocho presidentes. Hoover libró sus batallas contra amenazas, a veces reales y a veces solo percibidas y a menudo forzó las reglas con tal de velar por la seguridad de sus conciudadanos. Sus métodos fueron a menudo despiadados y en ocasiones heroicos, pero la anhelada recompensa de la admiración siempre le fue esquiva. Hoover era un hombre que valoraba los secretos -especialmente los de los demás- y no tenía reparos a la hora de utilizar esa información para ejercer su poder sobre líderes políticos y personalidades de la nación. Era consciente de que la información es poder y el miedo facilita la oportunidad; utilizó ambos y adquirió una influencia sin precedentes, forjándose una reputación tan tremenda como intocable. Era tan cauteloso en su vida privada como lo era en su vida pública, permitiendo a su alrededor tan solo un pequeño circulo de confianza. Clyde Tolson (Armie Hammer), su colega más cercano, fue también su compañero inseparable. Helen Gandy (Naomi Watts), su secretaria, quien posiblemente fue la gran conocedora de sus propósitos; leal hasta el final... e incluso después. Sólo su madre (Judi Dench), quién fue siempre su inspiración y su conciencia, le abandonaría. Su fallecimiento fue un auténtico mazazo para el hijo que siempre buscó su amor y su aprobación.
jueves, 26 de enero de 2012
GEORGE CLOONEY. EL ÚLTIMO GALÁN CLÁSICO
El estreno de “Los Descendientes” la pasada semana, la próxima llegada de su cuarta película como director, “Los Idus de Marzo”, su Globo de Oro a Mejor Actor Dramático, su doble nominación a los Oscars (como actor y guionista) han devuelto a la actualidad cinematográfica a George Clooney. No es que se hubiese ido a ningún sitio, pero desde el estreno en septiembre de 2010 de “El Americano” estaba ausente de la gran pantalla y sabemos que, en el cine, las noticias y los estrenos se suceden a un ritmo vertiginoso. Convertido en una de las mayores estrellas del Hollywood actual, George Clooney ha estado desde siempre rodeado por el mundo del espectáculo, aunque curiosamente, fue un actor que tardó en despuntar y encontrar su sitio en el cine. Pese a esto, o precisamente por ello, hoy en día vemos en él un hálito clásico que le ha emparentado con estrellas del calado de Cary Grant o Clark Gable, cuya mera presencia inundaba la pantalla con una elegancia y un atractivo a un mismo tiempo natural y extraterrental.
Nacido el 6 de mayo de 1961, el heredero de Frank Sinatra en el puesto del truhán Danny Ocean es hijo de Nick Clooney, un presentador y actor de televisión muy popular en Cincinnati, y Nina Warren, quien ha dedicado su carrera a la política. Además, es sobrino de la actriz y cantante Rosemary Clooney y del gran actor José Ferrer, lo que le convierte a su vez en primo del también intérprete Miguel Ferrer. Los primeros pasos como artista de George Clooney fueron precisamente en el programa de su padre, donde aparecía de vez en cuando en algunas de sus frecuentes visitas al estudio; sin embargo inicialmente las bambalinas no le entusiasmaban y su sueño, como el de muchos americanos, era el de ser jugador profesional de baseball. Fue su primo Miguel Ferrer quien le metió el gusanillo de la interpretación. Dispuesto a triunfar como actor, Clooney se mudó a Los Angeles en 1982 e inició una largo periplo por producciones de todo tipo, tanto de cine como de televisión, sin llegar a destacar especialmente en ninguna de ellas. Durante años estuvo trabajando como secundario en infinidad de series hasta que a mediados de los 90 todo cambió cuando entró a formar parte del reparto fijo de “Urgencias”. La serie tuvo enorme éxito y convirtió a George Clooney en una estrella. De forma inesperada, ese actor que nunca había logrado llamar la atención se transformó de la noche a la mañana en un sex symbol televisivo, con miles de fans que seguían la serie para ver al Doctor Ross. Clooney permaneció en la serie entre 1994 y 2000, abandonándola convertido ya en una gran estrella internacional.
La popularidad alcanzada gracias a “Urgencias” le abrió a George Clooney las puertas de Hollywood. Su primera gran producción fue “Abierto hasta el Amanecer” de 1996, a las órdenes de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino, y donde se encargaba de interpretar el papel protagonista junto con un reparto de lujo que también incluía a Harvey Keitel, Salma Hayek y Juliette Lewis. A pesar de los nombres que poblaban el reparto, Clooney supo irradiar carisma y sex appeal a lo largo de la película, además de un cierto toque gamberro que aumentaba ese atractivo en pantalla, que iba a marcar la línea que seguiría posteriormente. La suerte estaba echada. A partir de este momento Clooney pasó a convertirse en uno de los más destacados galanes de Hollywood tanto dentro como fuera de la pantalla.
Su fama de soltero de oro, receloso del compromiso, ha inspirado el sueño de muchas mujeres de hacerle sentar la cabeza, pero aquellas que lo han intentado no han tenido éxito. En lo referente a sus relaciones personales, se ha casado sólo en una ocasión en 1989 con Taila Balsam y se divorció en 1992. A partir de este momento ha mantenido relaciones con mujeres de extraordinaria belleza, aunque siempre negándose a volver a pasar por la vicaría. El propio actor ha confesado que su ritmo de vida hace muy difícil el poder mantener una relación estable ya que entre rodajes y promociones se pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa. En la gran pantalla, Clooney ha ido del brazo de algunas de las actrices más explosivas. En “Un Día Inolvidable” tuvo por pareja a Michelle Pfeiffer, en “Batman y Robin” a Elle McFerson y Uma Thurman, en “El Pacificador” a Nicole Kidman, en un “Romance Muy Peligroso” a Jennifer Lopez, en “Ocean´s Eleven” a Julia Roberts, en “Crueldad Intolerable” a Catherine Zeta Jones, en “El Buen Alemán” a Cate Blanchett, en “Ella Es el Partido” a Renée Zellweger, en “Up in the Air” a Vera Farmiga y en “El Americano” a Violante Placido. Sin lugar a dudas un espectacular ramillete de actrices que a su vez pueden presumir de haber seducido al soltero más deseado de Hollywood en la gran pantalla.
Su presencia, que entronca con lo galanes clásicos de Hollywood, le ha convertido también en un rostro deseado por las principales marcas publicitarias (últimamente, por ejemplo, con la marca Nespresso, parodiándose a si mismo). Sin embargo, por encima de sus pinitos en el mundo de la publicidad, George Clooney ha querido ante todo destacar por su trabajo cinematográfico, carrera en la que combina papeles comerciales (“Batman y Robin”, “El Pacificador”, “La Tormenta Perfecta”, la trilogía de “Ocean’s Eleven”) con títulos de compromiso social y político (“Buenas Noches y Buena Suerte”, “Syriana”). Conocedor del peso que tiene en la industria, ha sabido aprovechar su éxito comercial para respaldar títulos con los que poder desarrollar su capacidad como actor o para apoyar proyectos que partían de amigos suyos. Entre estos podemos encontrar películas como “Bienvenidos a Collinwood”, “Syriana” (por la que recibiría el Oscar a mejor actor secundario) o “El Americano” (donde presionó para que el rodaje se desarrollara en localizaciones de Abruzzo, como apoyo a una zona pobre de Italia que acaba de sufrir un demoledor terremoto).
Si hay algo que en todo momento Clooney ha dejado claro es que es muy buen amigo de sus amigos y que le gusta trabajar con ellos. Son famosas las salidas de marcha o las partidas de póker de Clooney con sus compañeros de reparto, sin embargo, donde más se puede apreciar sus simpatías hacia alguien es en la gran pantalla. Tras coincidir con Mark Wahlberg en “Tres Reyes”, se estableció entre ellos una buena amistad, volviendo a coincidir en “La Tormenta Perfecta”. Con Brad Pitt ha coincidido en las tres partes de las aventuras de Danny Ocean, al igual que con Matt Damon con el que también trabajó en “Syriana”. Por otro lado también es cierto que Clooney es una persona que no tiene pelos en la lengua, y que cuando tiene que hablar mal de alguien no se censura. No ha tenido inconvenientes en reconocer que el grave error que cometió al aceptar protagonizar “Batman y Robin”, seducido por los ceros del cheque. Hace algunos años se le acusó de hacer chistes de mal gusto sobre el Alkzheimer de Charlton Heston, algo que no tuvo reparo en admitir y justificar con la pertenencia del actor de “Los 10 Mandamientos” a la Asociación Nacional del Rifle. También, tras su trabajo en “Tres Reyes” no dudó en afirmar que su director David O Russell era un genio, pero también un gilipollas.
Ha sido una de las estrellas de Hollywood que de manera más regular se ha prestado a participar en producciones independientes y presupuestos inferiores a los que suelen manejar otras estrellas de su calibre. Eso le ha permitido no sólo mantener fructíferas relaciones con cineastas como los Hermanos Coen (en la denominada “Trilogía de los Idiotas”, formada por “O Brother”, “Crueldad Intolerable” y “Quemar después de Leer”) o Steven Soderbergh, sino también participar en títulos que le reportarían una excelente reputación como actor, rompiendo su imagen de galán romántico y mostrando una abierta vulnerabilidad (“Michael Clayton”, “Up in the Air”, “Los Descendientes”). También ha sido un actor que no ha tenido inconvenientes en reírse de su propia imagen en “O Brother”, su cameo en “Spy Kids”, “Ella Es el Partido”, “Los Hombres que Miraban Fijamente a las Cabras” o “Fantástico Mr. Fox”.
Junto a su carrera como actor, está desarrollando también una más que interesante filmografía como director y productor. Este interés por actuar de padrino de determinadas películas le ha llevado a también ejercer en varias ocasiones el puesto de productor ejecutivo, especialmente a través de la compañía Section Eight Productions que creó con el director Steven Soderberg, con la que entre 2001 y 2009 dio salida, aparte de sus películas conjuntas (la trilogía de “Ocean’s Eleven”, “El Buen Alemán”), a títulos como “Insomnia” de Christopher Notan, “Lejos del Cielo” de Todd Haynes, “The Jacket” de John Maybury o “A Scanner Darkly” de Richard Linklater. Su primera película como director, “Confesiones de una Mente Peligrosa”, le reportó buenas críticas, pero sufrió una mala distribución en nuestro país y aún está esperando su edición en formato doméstico; sin embargo “Buenas Noches y Buena Suerte” fue su confirmación como un director con ambiciones y una sólida puesta en escena. Tras dos títulos comprometidos, quiso demostrar que también podía realizar cintas de género, homenajeando a la comedia clásica de Howard Hawks con “Ella Es el Partido”, ambientada alrededor del deporte del rugby en los años 20. Sin embargo, Clooney es un cineasta que prefiere ponerse tras la cámara cuando realmente tiene algo importante que decir, como vuelve a demostrar en su última película como director, “Los Idus de Marzo”, donde vuelve a arremeter contra el turbio mundo de la política.
Precisamente, en lo referente a la política, se situó en numerosas ocasiones contra la administración Bush, sobre todo en lo referente a su intervención en Irak y no ha dudado en dar su apoyo público a causas internacionales como Darfur. Y es que bajo esa fachada de estrella de Hollywood de vida glamorosa y disipada, George Clooney no puede esconder ser una persona que se toma muy en serio la sociedad en la que vive y que necesita aportar su grano de arena a la hora de ayudar a solventar causas sociales y humanitarias. Esta dualidad en su imagen ha generado de él una figura misteriosa y de la que quizás sólo hemos empezado a rascar en la superficie. Y es que ante todo hay que decir que George Clooney busca ser coherente y honesto a la hora de asumir sus éxitos y sus fracasos. Es igual de factible escucharle confesar orgulloso su participación al principio de su carrera en títulos como “El Retorno de los Tomates Asesinos”, reírse de su descalabro comercial con “Batman y Robín” o defender con valentía sus títulos más minoritarios, como “Syriana” o “Buenas Noches y Buena Suerte”. Y eso es algo que muy pocos en Hollywood son capaces de hacer en público.