jueves, 30 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
ESTRENOS DEL 24 DE MAYO
Tras “Iron Man 3” y “El Gran Gatsby”, continúan llegando a la cartelera estrenos potentes de cara a la temporada estival. Este fin de semana le toca el turno a “Fast and Furious 6” una de las sagas más rentables del cine actual, pero no será el único título. Otras producciones se acercan a nuestras carteleras con el fin de atraer a ese sector demográfico de la audiencia que no acapare la cinta de Vin Diesel.
LA ESTRELLA
Empezamos con cine español, con la cinta “La Estrella”, cine social de la mano de dos actrices con capacidad demostrada para la comedia y el drama como son Ingrid Rubio y Carmen Machi. Basada en la novela homónima de Belén Carmona, la película supone la opera prima de Alberto Aranda, quien hasta ahora había estado más centrado en labores de producción. La historia se acerca a una realidad social dura, la del maltrato físico y psicológico que reciben muchas mujeres por parte de sus parejas y que genera a su vez en ellas una situación de dependencia de la que es difícil desprenderse.
Estrella es alegre, positiva, y demasiado generosa con los que la rodean. Junto a Salva, su novio de toda la vida, y a Trini, su amiga del alma, aparenta una felicidad que no es tal. Estrella cuida de todos... menos de ella. Y es que Estrella se ha olvidado de sí misma. Pero nuestra Estrella tiene duende, para el flamenco y para la vida, y pronto descubrirá que ella también tiene derecho a ser feliz.
Frente a las dos protagonistas, la cinta presenta un elenco masculino encabezado por Marc Clotet, Fele Martínez, Carlos Blanco, Rubén Sánchez.
DEAD MAN DOWN (LA VENGANZA DEL HOMBRE MUERTO)
En el segundo estreno de esta semana, “Dead Man Down (La Venganza del Hombre Muerto)” podemos encontrar los efectos del éxito internacional de la adaptación sueca de la trilogía literaria Millenium, escrita por Stieg Larsson. No sólo la película está protagonizada por Naomi Rapace, actriz descubierta principalmente por su excelente labor como Lisbeth Salander y que ya ha participado en producciones hollywoodienses de peso como “Sherlock Holmes. El Juego de las Sombras” o “Prometheus”, sino que también supone el reencuentro de ésta con Niels Arden Oplev, director de “Millennium 1: Los Hombres que No Amaban a las Mujeres”. Además, la cinta cuenta con rostros populares como Colin Farrell, Terrence Howard, Dominic Cooper o la francesa Isabel Huppert.
Victor es la mano derecha del señor del crimen Alphonse, quien vive amenazado por un asesino que está acabando con los miembros de su banda uno a uno. En medio de esta situación, Victor conoce a Beatrice, una misteriosa francesa que vive en su mismo edificio y por la que comienza a sentirse atraído. Pronto descubre que Beatrice no es la mujer que dice ser, sino la víctima de un crimen en busca de venganza. Pero ella también descubrirá que Víctor tampoco es el hombre que dice ser, sino alguien que pretende vengarse por la muerte de su mujer y su hija, años atrás. Y cuando estas dos personas heridas y obsesionadas se juntan, la intensidad de su relación les llevará a ejecutar un oscuro y violento plan de venganza.
UN AMIGO PARA FRANK
“Un Amigo para Frank” se presenta como una cinta amable que combina comedia, ciencia ficción y thriller, amparada sobre todo en las bondades de un destacado reparto de rostros veteranos.
En el futuro. Frank es un viejo y solitario cascarrabias que tiene una gran pasión por los libros. De hecho, su única amistad es la que mantiene con una bibliotecaria. Su vida es muy tranquila y rutinaria, pero todo cambia cuando su hijo decide regalarle un robot que se encargará de cuidarle. Por increíble que parezca, el anciano comenzará a hacerse amigo de la máquina y a enseñarle algunas de sus secretas habilidades.
Bajo la dirección del debutante Jake Schreier, la cinta sirve sobre todo como vehículo para el veterano actor Frank Langella, al que acompaña Susan Sarandon y, en papeles secundarios, Liv Tyler y James Marsden, aunque el verdadero coprotagonismo se lo lleva el robot que acompaña a Frank, que en la versión original cuenta con la voz de Peter Sarsgaard.
FAST AND FURIOUS 6
Cuando en 2001 se estrenó la primera entrega de “A Todo Gas”, nadie esperaba que llegara a tener un éxito y una repercusión como con al que cuenta actualmente. Para su principal estrella, Vin Diesel, se ha convertido en una fuente de ingresos segura, además de ayudarle a mantener su puesto en la industria cuando otros proyectos no han rendido como se esperaba de ellos. Además, la saga ha ido cambiando con el tiempo y desde la cuarta entrega ha optado por una línea más centrada en el cine de acción que en las escenas automovilísticas y los coches en sí. Con un reparto cada vez más extenso, esta sexta aventura vuelve a estar dirigida por Justin Lin, quien desde que en 2006 se encargara de la tercera parte ha estado estrechamente vinculado a las andanzas de Toretto y su grupo.
Desde que Dom y Brian destruyeron el imperio de un mafioso y se hicieron con cien millones de dólares, nuestros héroes se han dispersado por el planeta. Pero siguen sin poder regresar a casa ya que son prófugos de la justicia. Mientras tanto, Hobbs ha estado siguiendo la pista por doce países a una banda de letales conductores mercenarios, cuyo cerebro cuenta con la inestimable ayuda de Letty, la mujer amada a la que Dom creía muerta. La única forma de detenerlos es enfrentarse a ellos en una carrera callejera. Hobbs le pide a Dom que reúna a su equipo en Londres. ¿Qué obtendrán a cambio? Un indulto para todos. Podrán regresar a casa con sus familias.
A los habituales Vin Diesel, Paul Walker, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Sung Kang, Ludacris, Gal Gadot, Dwayne Johnson y Elsa Pataky hay que sumar una recuperada Michelle Rodriguez y las incorporaciones de Gina Carano, Luke Evans y Rihanna. Además la cinta cuenta con el atractivo añadido de que, siguiendo la estela de las dos entregas de “Furia de Titanes”, parte de la acción fue rodada en paisajes naturales de Tenerife.
jueves, 23 de mayo de 2013
CULTURA DE VIDEOCLUB. ENTREVISTA A CARLOS DÓNIZ
Los videoclubs tuvieron su periodo de gloria entre finales de los 70 y finales del siglo XX. Para los amantes del cine no sólo era un medio de reencontrarnos con las películas que nos habían encandilado en la pantalla grande, sino también para descubrir muchos títulos que, por las características de su producción, jamás las veríamos en un cine. Se convirtieron en fuente de entretenimiento para le público general, pero también punto de encuentro para toda una generación de cinéfilos. A día de hoy, esa es una cultura en extinción, con poco locales resistiendo los avatares de una sociedad en proceso de cambio. Primero llegó la venta directa, luego los expendedores automáticos de alquiler y, por último, internet. Lo cierto es que a día de hoy pocos son los que acuden a uno de estos templos del cine a alquilar una película. Es por esto que llama la atención la valentía que supone atreverse a montar un negocio de estas características, y además hacerlo con algo más que iniciativa empresarial, también con espíritu cinéfilo y el empeño que servir de referencia a sus clientes a la hora de disfrutar más de su ocio audiovisual. Entrevistamos a Carlos Doniz, uno de los fundadores del Videoclub El Resplandor situado en el municipio de Los Realejos en Santa Cruz de Tenerife.
1. En esta época en que se está perdiendo la cultura del videoclub, ¿qué os ha llevado a crear uno?
Es cierto que en los últimos años el videoclub de toda la vida prácticamente ha desaparecido, sin embargo la experiencia de 4 años en el sector nos ha demostrado que se sigue consumiendo cine a pesar de las descargas y que una gran parte de la gente prefiere acudir al videoclub de toda la vida. Para nosotros no sólo pretende ser un medio para ganarse la vida, es una filosofía, amamos el Cine.
2. Da la impresión de que El Resplandor Videoclub nace con una vocación plenamente cinéfila, ¿cuál es el espíritu de la empresa?
Así es, no sólo se trata de disfrutar de buenas películas, sino de ir un poco más allá ofreciendo cine de todas las épocas, así como talleres, cursos, cine fórum y todo lo que esté relacionado con el mundo del cine.
3. De todos los títulos que podíais barajar para el videoclub, ¿por qué la referencia al clásico de Stanley Kubrick?
Porque es uno de los directores que han marcado la historia del Cine, porque es un clásico que todo el mundo identifica, aunque no se haya visto la película, y porque a nivel personal es un sueño hecho realidad.
4. Contáis con diferentes secciones que van más allá de la típica clasificación por género, además de promociones especiales, ¿qué le ofrecéis al cinéfilo que se acerque a vuestro local?
La idea principal es ofrecer buen cine más allá de géneros y estrenos. Evidentemente, la mayoría de personas demanda cine comercial, últimas novedades, nosotros apostamos también por ese otro cine que suele pasar más desapercibido, pero que se demanda por el público. Cada semana ofrecemos una serie de promociones y ofertas con las que queremos poner el cine al alcance de todos. También ofrecemos la posibilidad de conseguir películas para la venta, etc.
5. Vuestro catálogo no sólo cuenta con películas, sino también otros apartados como libros de cine, ¿Por qué habéis incorporado esta opción?
Es un servicio más que ponemos a disposición del público en general, pero que está pensado, sobre todo, para aquellas personas que ya sean estudiantes, profesionales o aficionados necesitan consultar este tipo de bibliografía.
6. El local está diseñado también para resultar acogedor para el cliente, ¿esperáis que se convierte en un punto de reunión cinéfila?
Ese es uno de los objetivos, que sea un punto de encuentro para todos y que los cinéfilos tengan un espacio donde compartir buen cine. Pronto empezaremos con los cine fórum.
7. Para vuestra inauguración habéis contado con un padrino especial, el actor José Luis de Madariaga ¿Qué ha supuesto para vosotros este apoyo?
Conocemos a José Luis desde hace algunos años, hemos trabajado juntos en varios proyectos y pensamos que nadie mejor que él para apadrinar el videoclub. Para nosotros es un honor contar con su apoyo, pero sobre todo con su amistad.
8. ¿Cómo ha respondido el público en este breve tiempo que lleváis ya abiertos?
El público ha respondido muy bien. Son muchas las personas que se han acercado y que, en apenas 15 días, se han convertido en asiduos.
9. ¿Qué tipo de cine se consume más?
El cine comercial, sin duda. A todos nos gusta llevarnos a casa los últimos estrenos. Las películas de acción y de terror son muy demandadas.
10. El próximo sábado 25 de mayo tendrá lugar en vuestras instalaciones un taller gratuito de grafología de cine, ¿en qué va a consistir esta actividad?
La idea del taller es descubrir rasgos de la personalidad a través de la escritura y asociarlo a personajes del cine. A partir de los principios generales de la grafología, según las escuelas francesa e italiana, aprendemos a contextualizar cualquier escritura en el marco de la personalidad. Egoísmo, altruismo, introversión, extraversión, inteligencia, emociones... Y todo representado en personajes de la cinematografía. Aprenderemos a detectar en nuestra propia caligrafía las tendencias de personalidad más destacables.
11. ¿Quién imparte el taller?
Jordi Solsona, un buen amigo experto en comunicación.
12. ¿Tenéis intención de ampliar esta oferta formativa con más talleres en un futuro próximo?
Por supuesto, próximamente ofertaremos un curso dirigido actores y actrices impartido por José Luis de Madariaga
13. ¿Tenéis en mente más novedades que nos podáis adelantar?
Además de los últimos títulos de estreno, tendremos música, recitales, charlas y alguna sorpresa...
viernes, 17 de mayo de 2013
ESTRENOS DEL 17 DE MAYO
Fin de semana de estrenos cercanos y lejanos, en el tiempo y en el espacio. Desde películas rodadas y producidas en Canarias, hasta adaptaciones de clásicos universales de literatura, pasando por thrillers en alta mar y un revival de la caza de brujas de Salem. Mientras tanto, las salas de cine siguen casi vacías y las recaudaciones semanales apenas salvan el tipo con títulos como “Iron Man 3” y “Objetivo: La Casa Blanca”, ¿será “El Gran Gatsby” la esperanza blanca de la taquilla?
LA ÚLTIMA ISLA
Hay una buena y una mala noticia que acompañan al estreno nacional, esta semana, de la cinta “La Última Isla”, producida entre Canarias, Andalucía y Cataluña, y rodada en su mayor parte en la isla de El Hierro. Siempre es positivo el estreno de un título de estas características, realizado con pocos medios y mucho entusiasmo, gracias a un equipo técnico y artístico procedente de diferentes partes del territorio nacional, pero en el que tiene un especial cometido los profesionales de las Islas, verdadero baluarte de una industria incipiente que contó con un crecimiento exponencial durante poco más de una década, gracias a los apoyos al sector audiovisual. La mala noticia es que esta película marca una línea de no retorno. Su producción comenzó en 2009-2010, justo antes de que la crisis borrara este sistema de ayudas, resultando a día de hoy uno de los últimos exponentes de algo que ha dejado de existir, ya que actualmente, aquello que consiguió hacer posible este proyecto, ya resulta inalcanzable. Al menos, aún nos queda la oportunidad de demostrar que el modelo era positivo, apoyando su estreno en salas como espectadores.
“La Última Isla” es un cuento mágico que narra la aventura de una niña de 10 años, Alicia, cuyos padres la envían en verano a una isla remota al cuidado de una tía que ni siquiera conoce. Alicia comienza su aventura aburrida y disgustada, sin saber cómo divertirse en un lugar donde no hay ni televisión ni funcionan los móviles. Poco a poco irá descubriendo otra manera de ver el mundo, otra forma de utilizar la imaginación y de abrir la mente y otros aspectos de sí misma que ni siquiera sabía que existían. En un lugar donde no funciona la lógica convencional y donde puede pasar cualquier cosa de manera natural, Alicia conoce a su tía, una curandera que ella ve al principio como una peligrosa bruja. Conoce también a los dos únicos niños que viven en el pueblo. Y a Fermín, un loco que a veces parece un niño y a veces un sabio. Un amuleto protector, una isla negra de lava, un bosque oscuro donde Alicia se pierde, un dragón de niebla y un acantilado donde se decide su destino, son los elementos de esta aventura singular. Una historia donde los niños se comportan como adultos y los adultos como niños.
Dirigida por Dácil Pérez de Guzmán, la cinta está protagonizada por Carmen Sánchez, una joven actriz de extensa trayectoria, principalmente en televisión y vista en producciones como “El Internado” o “Ángel y Demonio”. Le acompañan Xavier Boada, Antonio Dechent, Lucía Paredes, Pablo Paredes, Maite Sandoval y Julieta Serrano.
MAREA LETAL
Tras el estreno tardío de “La Mula” la semana pasada, cuatro años después de su rodaje, esta semana nos llega otro título que cuenta también con una producción ya un tanto remota. Rodada en 2011 y estrenada en Estados Unidos en marzo de 2012 con escaso éxito, llega ahora a nuestro país dispuesta a obtener un recorrido más positivo que en su país natal.
Sarah y Scott son un matrimonio que se dedica al estudio de los tiburones blancos. Tienen dos hijos gemelos de 5 años. En una de sus expediciones Sarah está a punto de ser devorada por un tiburón. Scott que podría haber disparado al animal se niega a hacerlo. Sarah se salva milagrosamente pero decide separarse de Scott. Medio año después y ante la precariedad económica en la que vive, acepta la oferta de un multimillonario sexagenario (Brady) y su hijo Nate para llevarlos a ver a los tiburones blancos. A pesar de que el clima hace desaconsejable el viaje, los 3 se embarcan.
La cinta está dirigida por John Stockwell, acostumbrado a producciones de mar y bikini con títulos como “En el Filo de las Olas” o “Inmersión Letal”. Protagonizan la cinta Halle Berry y Olivier Martinez, quienes se conocieron en el rodaje y han extendido desde entonces su relación sentimental a la vida real, y les acompañan Ralph Brown, Luke Tyler, Mark Elderkin, Thoko Ntshinga, Sizwe Msutu.
THE LORDS OF SALEM
El músico y cineasta Rob Zombie continúa su itinerario como cineasta tras el éxito de “Los Renegados del Diablo” y la fría recepción de sus dos entregas de “Halloween” con “The Lords of Salem”, relectura de la caza de brujas que tuvo lugar en los condados de Essex, Suffolk, y Middlesex (Massachusetts), entre febrero de 1692 y mayo de 1693. La cinta está protagonizada por Sheri Moon Zombie, modelo y actriz, esposa en la vida real del director y su musa cinematográfica.
Heidi, una DJ de una emisora de radio, que recibe una misteriosa caja de madera que contiene un disco, “un regalo de los señores”. Heidi lo escucha y los extraños sonidos que surgen de sus surcos provocan inmediatamente flashbacks del violento pasado de Salem. ¿Se está volviendo loca Heidi, o es que los señores de Salem pretenden regresar para vengarse de la Salem actual?
Podemos encontrar en la película rostros conocidos como Andrew Prine (en sustitución del veterano Richard Lynch, quien falleció durante la producción y tuvo que ser sustituido), Bruce Davison, Ken Foree, Dee Wallace, Meg Foster, Maria Conchita Alonso, Patricia Quinn o Judy Geeson.
EL GRAN GATSBY
Tras el fracaso de “Australia”, Baz Luhrmann busca recuperar el pulso de “Romeo y Julieta” o “Moulin Rouge” con esta nueva adaptación de “El Gran Gatsby”, una de las obras cumbre del escritor norteamericano F. Scott Fitzgerald. Versionada en cinco ocasiones anteriores, la más popular e icónica sigue siendo la de 1974, dirigida por Jack Clayton, con guion de Francis Ford Coppola, y protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow. Para esta nueva actualización, Luhrmann se ha reencontrado con Leonard DiCaprio, 17 años después de convertirlo en ídolo juvenil con “Romeo y Julieta”. Completan el reparto principal Carey Mulligan, Isla Fisher, Tobey Maguire, Joel Edgerton y Jason Clarke.
Sigue los pasos de Nick Carraway, un hombre parecido a Fitzgerald que aspira a ser escritor, cuando abandona la región central de los EE.UU. y llega a Nueva York en la primavera de 1922, una época de decadencia moral, jazz palpitante y de los reyes del contrabando de alcohol. Persiguiendo su propio Sueño Americano, Nick acaba siendo vecino de Jay Gatsby, un millonario misterioso que da fiestas continuamente. Al otro lado de la bahía vive su prima Daisy, y su marido mujeriego y aristócrata, Tom Buchanan. De esta manera Nick entra en el mundo cautivador de los súper ricos con sus ilusiones, sus amores y sus engaños. A medida que Nick es testigo de aquello, tanto dentro como fuera del mundo que habita, escribe una historia de amor imposible, sueños incorruptibles y grandes tragedias, y alza un espejo a nuestra propia época y luchas actuales.
La cinta cuenta con una poderosa puesta en escena, visualmente absorbente y acompañada por una extensa selección musical que se ha convertido en una de las principales apuestas del director para esta nueva adaptación.
miércoles, 15 de mayo de 2013
VUELVE “THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW”. ENTREVISTA A LA AGRUPACIÓN DE TEATRO DE FILOLOGÍA
“The Rocky Horror Picture Show” es algo más que un musical teatral, más que una película, es una experiencia vital llena de liberación y desenfado, una ruptura con los corsés de la sociedad y una búsqueda de la expresión personal. Es por esto que ha conseguido mantenerse como una de las obras de culto más representadas, donde el fetichismo por los detalles y los gestos la se convierte en una catarsis personal que implica a actores y público. Esta obra tan compleja y mutante en su representación ha sido el último reto al que se ha enfrentado la Agrupación de Teatro de Filología de la Universidad de La Laguna, debutando en el Paraninfo Universitario el pasado mes de marzo y regresando ahora al escenario de Aguere Espacio Cultural, donde contará con dos sesiones este viernes 17 y sábado 18 de mayo a las 20.00.
1. “The Rocky Horror Picture Show” es una película con una larga tradición en los escenarios, especialmente en Estados Unidos, ¿qué animó a la Agrupación de Teatro de Filología a afrontar este reto?
Esta obra ha sido durante algunos años uno de los proyectos pendientes y casi “mítico” de nuestro grupo. Desde que vimos el musical interpretado por Tim Curry descubrimos en su estética pero, especialmente, en su mensaje muchas de las características que han intentado guiar nuestro trabajo estos años: esa libérrima forma de construir una trama tan disparatada, la reivindicación del deseo y el placer como motores de nuestros actos y nuestra vida o la diversión como pieza esencial de nuestra actitud como grupo aficionado.
2. ¿Qué grado de conocimiento previo había de la película y de la obra entre los miembros de la Agrupación?
Creo que la labor de documentación ha sido una de las partes más laboriosamente divertida de estos meses. Conocíamos la película y habíamos traducido el guión de participación pero gracias a los múltiples vídeos de la red de otros montajes y propuestas escénicas de todo el mundo pudimos acceder a soluciones y relecturas del musical que han sido una fuente importante de inspiración. Pese a que la película sigue siendo la fuente principal de trabajo, el cotejarla con distintas escenificaciones reforzó nuestra idea de que solo desde una libertad personal y creativa se podía evitar la mera imitación.
3. ¿Cómo ha sido el proceso de reparto de personajes? ¿Habéis tenido que luchar contra la mitomanía?
Creo que desde un principio no hubo duda con respecto al reparto. Todos los personajes son tan entrañables, perversos y maravillosos que cada uno de ellos representa una parte de los que los representan: sea cual sea tu personaje, tú tienes una parte de todos. Por eso nadie quedó fuera pues todos tienen algo de Frank o Scott, pero también de Magenta, Columbia, Brad, Janet, Rif-Raf, Rocky, Eddie o simplemente todos somos un poco “frikis”. Evidentemente la mitomanía tuvo una presencia importante en la construcción de personajes pero sería traicionar el espíritu de este musical no ser mitómanos pues es parte esencial del mundo de Frank y del resto (las películas serie b, los actores de cuarta fila, etc.).
4. ¿Ha sido complicado preparar los elementos de escenificación y vestuario tan particulares que tiene la obra?
Sí, pero afortunadamente el entusiasmo era tal que hasta dificultades casi insuperables se convirtieron en retos cómicos: los zapatos de tacón de números imposibles, los corsés de fantasía o los trajes marcianos, por señalar algunos ejemplos. Para un grupo que ha hecho de la pobreza escénica una seña de identidad (trabajar con ropas negras y con el atrezo básico), este montaje era una superproducción. El equipo de compañeras que lo han hecho posible merecen, en ese sentido, el mayor de los reconocimientos.
5. La obra original juega con la ambigüedad y el exhibicionismo, ¿cómo os habéis desenvuelto a la hora de ensayar y bailar con un atuendo basado principalmente en picardías y zapatos de tacón?
Cuando entiendes que esta obra defiende que no hay límites para la transgresión (de género pero también mental) y estás de acuerdo con ese mensaje subirte a un tacón o enseñar pezones se convierte en parte esencial de las exigencias del guión, como se diría popularmente. No hubo ningún problema en cuanto a mostrar toda esa carga rupturista; por el contrario, fue un acicate para nosotros descubrir que la transgresión tenía casi un carácter terapéutico: creo que son de los ensayos de los que más felices hemos salido a pesar de las tensiones lógicas durante la elaboración.
6. ¿Cómo ha sido el trabajo con el coreógrafo Jesús Caramés?
Extraordinario. Él ha dado el toque de profesionalidad a nuestro montaje. Desde su compromiso como profesional de sacar lo mejor de todos, pese a nuestra inexperiencia en el baile, creó un ambiente de trabajo muy constructivo y entusiasta, y con gran brillantez ha construido coreografías que no traicionan al musical pero que tienen un toque personal que siempre agradeceremos pues refuerza esa libertad creadora con la que abordamos desde el principio la obra. Su trabajo es impagable y de un altísimo nivel. Para nosotros ya es un miembro más del grupo y con su permiso vamos a seguir explotando su creatividad y buen hacer en futuros montajes.
7. La versión teatral incluye una serie de elementos añadidos (los famosos props) que fomentan la interacción del público, ¿es esta versión una representación con arroz, globos, pistolas de agua y papel higiénico? ¿Se acompañará la representación con la proyección simultánea de la película?
Parte del montaje es un homenaje a las generaciones de seguidores de la película (somos legión) y proyectaremos alguna parte (por ejemplo, los títulos de crédito), pero también entendemos que cada versión tiene, casi es una obligación, que hacer su propio “Rocky Horror”, no una mera imitación teatral de la película. Por supuesto, bienvenidos sean los props y nos encantaría que la función sea una fiesta como ocurrió en el Paraninfo la noche de su estreno. Lo que verá el público y en lo que participará es en una fiesta libertina, lenguaraz y transgresora: todos están invitados a ser parte de la noche en la que Frank descubra a su criatura como si fuese no un espectador sino un convencionalista transilvano más…
8. Como has comentado, la agrupación ya tiene experiencia escenificando esta obra, ¿cómo ha sido la respuesta del público en ocasiones anteriores?
Maravillosa. Las dos veces, en la misma noche, que la representamos sufrimos esa extraña sensación del “subidón” escénico. Tras los problemas que siempre surgen en los días previos (tanto técnicos como de utilería o vestuario), la obra se desarrolló sin problemas, en un clima muy participativo con el público y cantando y bailando todos juntos el “Time Warp” en el patio de butacas. Varias personas vinieron con el atuendo de rigor y sus props y lograron contagiar al público desconocedor de los protocolos frankfurtianos de esa alegría que esta obra produce tanto en el espectador como en quien la levanta en el escenario. En tal sentido, nuestro público mereció un diez.
9. ¿Tenéis previstas más representaciones de la obra? ¿Qué otros retos se plantea para el futuro la Agrupación de Teatro de Filología?
Nos han invitado a participar en un festival de teatro sobre el mes de noviembre pero, por ahora, haremos un receso ya que muchos de los participantes comienzan la etapa de los exámenes (no podemos olvidar que somos un grupo de teatro aficionado) y hay que retomar la dinámica académica. Lo que sí nos ha dejado como lección nuestro “Rocky Horror” es que podemos afrontar cualquier reto si detrás hay camaradería, entusiasmo, compromiso y nos deja también una fuerte convicción: solo desde la libertad y la alegría transgresora se pueden hacer las cosas que valen la pena hacer: “Don´t dream it; be it”.
viernes, 10 de mayo de 2013
ESTRENOS DEL 10 DE MAYO
Siguen pasando las semanas y las carteleras siguen aportando datos desalentadores en lo económico. Únicamente el tirón de “Iron Man 3” ha salvado la taquilla del puente de mayo, mientras que otros títulos de tirón comercial siguen viendo como sus perspectivas de público se quedan muy lejos de las previsiones más pesimistas. ¿Serán capaces de remontar esta trayectoria estrellas como Mario Casas, Nicole Kidman o Gerald Butler con sus propuestas para este fin de semana?
LA MULA
Desde luego, el estreno español de esta semana cuenta con elementos atractivos para la taquilla. Protagonizada por una de las parejas de moda del cine nacional (dentro y fuera de la pantalla), Mario Casas y María Valverde, y basada en el bestseller de Juan Eslava Galán, quien se ha encargado también del guion, la cinta supone también el regreso de un director de renombre a las carteleras, Michael Radford, responsable de “El Cartero (y Pablo Neruda)”. Por otro lado, la película arrastra consigo una polémica que dilató su estreno varios años. Discrepancias entre el director y la productora llevaron a la película a los tribunales, temiéndose que ésta nunca llegaría a las pantallas.
Inspirada en la historia real del padre de Juan Eslava Galán, la cinta nos narra la historia del cabo Juan Castro, a quien le importa más la suerte de su mula que ganar la guerra. Por eso sale a buscarla y, tras atravesar la línea del frente, se ve implicado en un episodio tan peligroso como hilarante que, muy contra su voluntad, lo va a convertir en héroe de guerra. A través de la figura de Juan Castro, más preocupado por sus avances en el terreno amoroso que por la progresión del enemigo, se nos ofrece una visión insólita de la guerra civil: antiheróica, pícara y tierna a la vez.
Además de la presencia de Mario Casas y María Valverde (quienes cuando rodaron esta cinta no eran las estrellas que son ahora), encontramos también a importantes secundarios como Daniel Grao, Luis Callejo, Secun de la Rosa, Jorge Suquet, Antonio Gil.
STOKER
Chan-wook Park, prestigioso director coreano, responsable de la Trilogía de la Venganza (“Sympathy for Mr. Vengeance”, “Oldboy” y “Sympathy for Lady Vengeance”) o “Thirst” debuta en el cine norteamericano con “Stoker”, cinta de misterio protagonizada por Mia Wasikowska, Nicole Kidman y Matthew Goode.
Cuando India Stoker pierde a su amado padre y a su mejor amigo Richard en un trágico accidente de tráfico el día de su 18 cumpleaños, su tranquila vida familiar se ve sacudida. Con una gran delicadeza, India muestra una actitud impasible que enmascara los profundos sentimientos que sólo su padre podía entender. India se ve entonces atraída hacia el hermano perdido de su padre, Charlie, que se presenta de manera inesperada en el funeral y decide quedarse con ella y su emocionalmente inestable madre, Evie. En un principio India no confía en su encantador y misterioso tío, pero, al mismo tiempo, le fascina cuando empieza a ver todo lo que tienen en común. A medida que Charlie se va descubriendo poco a poco, India se empieza a obsesionar con su carismático tío y se empieza a dar cuenta de que su llegada no era fruto de la casualidad. Con la ayuda de su tío, India va a descubrir su inesperado destino.
La cinta cuenta con la peculiaridad de que el guion ha sido escrito por Wentworth Miller, protagonista de la serie de televisión “Prision Break” y entre los secundarios destacan también a veteranos como Dermot Mulroney y Jacki Weaver (nominada en dos ocasiones a los Oscars por “Animal Kingdom” y “El Lado Bueno de las Cosas”).
OBJETIVO: LA CASA BLANCA
Siguiendo el modelo originario de “La Jungla de Cristal”, el director Antoine Fuqua, famoso especialmente por su cinta “Training Day”, lleva a sus últimas consecuencias una trama de ataque terrorista a la Casa Blanca, convirtiendo al actor Gerard Butler en una especie de nuevo John McClane.
Mike Banning es un agente del Servicio Secreto estadounidense que, tras un accidente de coche en el que únicamente puede salvar la vida del presidente Asher, decide dejarlo para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero cuando un comando coreano liderado por Kang ataca La Casa Blanca tomando como rehenes al Presidente y su equipo, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción.
El reparto se completa con los actores Aaron Eckhart, Finley Jacobsen, Dylan McDermott, Rick Yune, Morgan Freeman, Angela Bassett, Melissa Leo, Radha Mitchell, Cole Hauser y Diane Lane. Curiosamente, en pocos meses llegará también a las carteleras “Asalto al Poder”, cinta de trama cercana, dirigida por Roland Emmerich y protagonizada por Channing Tatum y Jamie Foxxx.
jueves, 9 de mayo de 2013
miércoles, 8 de mayo de 2013
“OBLIVION” / “IRON MAN 3”. ¿HERE COMES THE SUN?
Este 2013 está siendo fatídico en lo comercial y más aún los datos dejados en el mes de abril. La asistencia del público a las salas de cine ha estado bajo mínimos, con niveles de recaudación propios de grandes macroacontecimientos deportivos del estilo de una final de la Eurocopa o de Mundial. La crisis, las descargas ilegales, el precio de las entradas de los cines, el aumento del IVA, el fracaso de muchos estrenos a la hora de llamar la atención del público, todo esto son condicionantes de una situación que no sólo está suponiendo el cierre de salas de proyección. Recientemente, Enrique González Macho, propietario de Alta Films, ha anunciado que si en un plazo de dos meses no se encuentra algún apoyo que aporte una importante inyección económica a la empresa, la principal distribuidora de cine español y de autor de nuestro país va a tener que cerrar, peligrando con esto también las pocas salas Renoir (también propiedad de Alta Films) que resisten aún en nuestro país (en Madrid, Barcelona y, curiosamente, Tenerife). Las cifras del cine español son también aterradoras, siendo la única que se salva de la quema “Los Últimos Días”, y aún así, sin alcanzar cifras en absoluto esperanzadoras para el sector. Títulos como “Alacrán Enamorado” o “Combustión”, fuertes apuestas de la industria nacional, no han cubierto las expectativas, e incluso títulos comerciales de Hollywood han visto como sus cifras resultaban también desalentadoras. En este contexto, la esperanza radica en la llegada de la temporada estival y las grandes superproducciones hollywoodienses. Como adelanto de esto, frente a tanto abatimiento económico, sólo dos títulos han aportado movimiento de espectadores. El primero “Oblivion”, gracias a la presencia de Tom Cruise; el segundo “Iron Man 3”, que en sus primeras semanas ya se ha alzado como el título más taquillero de lo que llevamos de año, no sólo en España, sino a nivel internacional, batiendo el propio record establecido por “Los Vengadores” el pasado verano en todo el mundo y presentándose ya como candidata a ser la más taquillera de la saga. Esperemos que estas dos películas supongan realmente el pistoletazo de salida de la temporada veraniega y las taquillas logren remontar tan aciago panorama. Por delante, para este mes de mayo, nos quedan “Objetivo: La Casa Blanca”, “El Gran Gatsby 3D”, “Fast & Furious 6” y “R3SACÓN”.
“OBLIVION”. LO RECORDAMOS TODO POR USTED.
Cuando en 1968 el astronauta George Taylor llegó a la playa nació una nueva iconografía cinematográfica. Los grandes monumentos de nuestra civilización se convirtieron en la decadente prueba de nuestro carácter autodestructivo, que el Séptimo Arte se preocupaba de evidenciar gracias a la imaginería de visionarios cineastas. “Oblivion” es la última de las incorporaciones a esta tradición que comenzó con “El Planeta de los Simios” y, en parte, en ella podemos encontrar algunos ecos de la cinta de Franklyn J. Shaffner. En esta ocasión, el detonante apocalíptico no es el ser humano en sí, sino una invasión extraterrestre, pero la herramienta sí es el arsenal nuclear creado por el hombre y que acaba convirtiendo a nuestro planeta en una tierra baldía. En este contexto encontramos a Jack Harper, un técnico que patrulla pasajes desolados supervisando la extracción de las últimas reservas energéticas del planeta antes del éxodo definitivo.
Esta historia nació de la imaginación del director Joseph Kosinski, quien inicialmente la concibió como una producción modesta, con pocos personajes participantes de la acción, y que debía servir como su carta de presentación para la industria del cine. Sin embargo, el director no necesitó de este humilde proyecto para introducirse en el esquema hollywoodiense, ya que el destino lo puso al frente de otra historia de ciencia ficción, “Tron Legacy”, ambicionado proyecto que resucitaba una de las cintas de culto de la década de los 80 del pasado siglo. Los resultados de esta ópera prima quedaron por debajo de lo esperado, pero sí nos descubrió a un director con una novedosa y fuerte destreza visual. Aquella idea embrionaria pasó a inspirar una novela gráfica, autopublicada por el autor con una tirada limitada, con la suerte de que uno de aquellos ejemplares fue a parar a las manos de Tom Cruise. El interés de la estrella devolvió a esta historia al terreno para el que fue ideada, pero ahora sin las restricciones económicas de una producción de serie B. Lo que nació como un proyecto modesto, de repente se había convertido en el vehículo estelar de uno de los principales actores de Hollywood.
El objetivo principal de Kosinski era recrear un mundo apocalíptico, pero prescindiendo de los principales clichés del subgénero. Aunque se apoye en recursos como el empleo de localizaciones identificables por el espectador para situarlo geográficamente (el Empire State Building, la Estatua de la Libertad, el puente de Brooklyn o el estadio de los Yankees), el director evita el tono lúgubre y oscuro, para trasladar la acción en su mayor parte a pleno día, desplegando espectaculares imágenes, como las rodadas en Islandia, que ahondan en ese concepto de planeta abandonado, pero ofrece una imaginería nueva y sorprendente. En este proceso, el cineasta ha apostado también por reducir al mínimo el uso de efectos digitales, intentando que todo fuera lo más real posible, desde las localizaciones donde se ha rodado, hasta el diseño de la tecnología futurista, llevando un poco más allá algunas referencias actuales, como los dos principales vehículos del protagonista: La nave burbuja (basada curiosamente en el modelo clásico de helicóptero Bell 47,rediseñado de acuerdo a parámetros futuristas) o la moto (que recuerda al diseño de modelos eléctricos disponibles en los catálogos de marcas como Volta, aunque para ello se haya empleado como base una más convencional Honda CRF450 customizada). Lo mismo podemos decir del diseño arquitectónico y la domótica de la casa, o el sistema informático utilizado por Vica (Andrea Riseborough) para supervisar la labor del protagonista. Situando la acción en el año 2077, la idea es mostrar elementos avanzados, pero no excesivamente fantasiosos, de manera que se incrementa la sensación de futuro cercano. Con estos apoyos y la espléndida dirección de fotografía del recién oscarizado Claudio Miranda, Kosinski ha construido una cinta visualmente hipnótica y deslumbrante, narrativamente impecable.
Como estrella absoluta de la cinta, Tom Cruise domina por completo la acción, especialmente con una trama de estas características, donde el número de personajes es bastante reducido y el suyo se pasea en solitario casi el total del metraje. Se trata nuevamente de un papel que supone más un reto físico que intelectual para el actor, quien aprovecha para desplegar algunas de sus destrezas habituales, realizando él mismo la mayor parte de las escenas de riesgo. Su preparación militar previa para el cine de acción da verosimilitud a sus movimientos y empleo de las armas, al igual que su experiencia como piloto a la hora de ponerse al frente de los controles de la nave burbuja o sobre la moto. De esta manera, “Oblivion” pasa a ser una película claramente de actor, con la estrella cargando sobre sus hombros todo el peso del desarrollo de la trama y demostrando una vez más que su interpretación podrá ser mejor o peor, podrá gustar más o menos, pero que es un profesional que se entrega al 100% en cada producción en la que participa.
Frente a los hallazgos visuales y narrativos de la película y la presencia dominante de Tom Cruise, la cinta debe afrontar importantes fallas que lacran el resultado final, especialmente en lo que se refiere al apartado de guion. Entre referencias voluntarias (“El Planeta de los Simios”, “Soy Leyenda”) e involuntarias (“Wall E”, “Moon”), nos encontramos con una trama que busca ser original, pero acaba siendo un pastiche de situaciones conocidas. Esto resta a su vez sorpresa al desarrollo de la historia, que por mucho que lo intente ocultar, acaba siendo predecible y falta de sorpresas, a lo que, por otro lado, hay que sumarle algunos giros de guion que acaban generando situaciones incongruentes, sobre todo en lo que se refiere a la caja negra del Módulo de Julia (Olga Kurylenko) y las revelaciones que oculta. La simpleza del desarrollo de personajes hace que con la salvedad del Jack Harper interpretado por Tom Cruise, el resto quede con un nivel de definición demasiado básico y plano, resultando prescindibles e inoperantes. Los personajes femeninos no cumplen función alguna salvo ejercer de excusa romántica para el protagonistas. Por mucho que a Vica se le quiera dar una responsabilidad técnica en las acciones del protagonista, acaba cayendo en un mero objeto sexual, mientras que Julia parte como ideal platónico para a continuación transformarse en un apéndice pasivo del protagonista. Tampoco Beech (Morgan Freeman) o Sykes (Nikolaj Coster-Waldau) ganan en peso dramático, por no mencionar al personaje de Kara, únicamente reseñable por el dato anecdótico de estar interpretada por la actriz fetiche de Tarantino Zoe Bell, pero que pasa completamente desapercibida en la película. Se trata de personajes instrumentales, necesarios para ayudar a generar algún giro en la trama, pero que una vez cumplida esa función específica, pierden toda relevancia y se convierten en lastres para la película.
Uno de los aspectos más comentados de “Oblivion” ha sido la partitura musical creada por el grupo de música electrónica M83, quienes tomaban el relevo tras el trabajo realizado por Draft Punk en “Tron Legacy”. Con sendas colaboraciones con estos grupos, Kosinski ha sabido apuntarse dos buenos tantos a su favor, obteniendo una sonoridad que se compagina perfectamente con la fuerza de su puesta en escena. Con respecto al cambio, el director comentó que para “Oblivion” prefirió escoger a M83, porque le parecía que el estilo de Draft Punk no pegaba con la historia.En cualquier caso, sí hay que destacar que ambos trabajos han tenido en común al músico Joseph Trapanese, orquestador de las dos partituras, compositor adicional en “Oblivion” y encargado de la partitura de la serie de animación “Tron Uprising”, que retomaba los temas de Draft Punk para la película. Admitiendo ese espléndido trabajo de fusión entre música e imagen, sí nos extraña ese comentario de Kosinski sobre la idoneidad de estilos de ambos grupos musicales, cuando ambos trabajos guardan un estrecho parentesco. Parte de esa similitud se la podemos adjudicar precisamente a Trepanese, pero no podemos obviar también la cercanía con la música de Hans Zimmer, ya que si Draft Punk en "Tron Legacy" recordaba a "Origen", “Oblivion” evidencia notables deudas a la trilogía de "El Caballero Oscuro", producidas seguramente por el uso de temp tracks de estas dos partituras en el montaje temprano de ambas películas.
“Oblivion” es una cinta entretenida, un buen producto palomitero, escapista, visualmente deslumbrante y un espléndido vehículo de lucimiento para Tom Cruise. Quien vaya al cine buscando estos elementos no saldrá decepcionado. Sin embargo, existía la posibilidad de ser algo más, de ambicionar realmente aportar algo nuevo al género de ciencia ficción, y creemos que se podía haber conseguido si el guion hubiese estado a la altura de otros apartados de la producción. Joseph Kosinski sigue desarrollándose como cineasta, pero vuelve a tropezar en la misma piedra. Como joven director todavía cuenta con margen a su favor gracias a su talento visual, pero no le conviene seguir desatendiendo el apartado literario de sus trabajos si verdaderamente quiere dejar su impronta en la industria de Hollywood.
“IRON MAN 3”. ¿QUIÉN ES QUIÉN?
En 2008, Robert Downey Jr. acuñó la que iba a ser la frase definitoria de su personaje Tony Stark: “Yo soy Iron Man”, un giro inesperado que desintegraba el concepto de identidad secreta del comic y rompía barreras entre los dos alteregos. Sin embargo, llegamos a “Iron Man 3” y el concepto de identidad sigue siendo fundamental para la trama, ahora no sólo para el protagonista, sino para todos los personajes principales. Establecer quién es quién en esta nueva historia es la clave para desentrañar las incógnitas que nos plantea el nuevo director al cargo, Shane Black, y también co-guionista junto a Drew Pearce (autor también del libreto de otro de los títulos esperados de este 2013, “Pacific Rim” de Guillermo del Toro). Nombre clave para el cine de acción de los años 80 y 90, Black representa uno de esos casos en los que el guionista es la estrella. Su libreto para la primera entrega de “Arma Letal” redefinió el género, mientras que por sus trabajos para “El Último Boy Scout” y “Memoria Letal” se estableció como el guionista con mayor caché de Hollywood. Sin embargo, llegado a este punto, abandonó la industria, cansado de la presión que suponía estar siempre en lo alto del género de acción. Su regreso se produjo casi 10 años más tarde, con “Kiss Kiss Bang Bang”, donde además debutó como director, contando con una pareja de actores en aquel momento en horas bajas en su carrera: Robert Downey Jr. y Val Kilmer. Fue aquel encuentro lo que posibilitó la entrada de Black como director de “Iron Man 3”, gracias al apoyo de su ahora redimida estrella.
Esta tercera entrega viene a cerrar la trilogía iniciada en 2008, pero también a continuar la historia tras los acontecimientos de “Los Vengadores”. Coincide además con la expiración del contrato de Robert Downey Jr. con la Marvel, sin quedar todavía claro si la estrella aceptará renovar con el personaje que le ha llevado a los picos más altos de popularidad y éxito comercial de su carrera. Por ello, el guion apuesta conscientemente por establecer un cierre argumental, con una sensación funesta acompañando a los principales personajes a lo largo de todo el metraje. La muerte define esta historia, llevando a los principales personajes, en un sentido u otro, a resurgir de sus cenizas. Siguiendo ejemplos recientes como “El Caballero Oscuro. La Leyenda Renace” o “Skyfall”, la cinta nos presenta la caída de Tony Stark y su lucha por reestablecerse a tiempo para evitar una catástrofe mundial y personal. Resulta curioso ver cómo, después de criticar Robert Downey Jr. en 2008 las diferencias entre “Iron Man” y “El Caballero Oscuro” (tachando a ésta de ininteligible frente a la sencillez lúdica de su Hombre de Hierro), ahora la franquicia de Marvel se acopla a algunos rasgos de la trilogía de Nolan, apostando (al menos sobre el papel) por un tono más serio y complejo que las películas anteriores.
En las tres películas, Tony Stark ha encontrado en sus demonios internos el verdadero enemigo a abatir. Frente a la perfección tecnológica de sus armaduras, el componente humano del superhéroe ha supuesto siempre el principal obstáculo para salir victorioso. Si en la primera entrega encontrábamos un complejo paterno filial, transferido al personaje de Obadiah Stane en substitución del padre ausente Howard Stark, y en la segunda un caso de alcoholismo ampliado por la aceptación de una muerte próxima, aquí el cuadro psicológico del héroe viene marcado por el trauma generado tras los acontecimientos de “Los Vengadores”. Aunque victorioso, su enfrentamiento con los Chitauri dejó una nueva muesca en la personalidad de Stark, ahora obsesionado con proteger a sus seres queridos de toda amenaza, ya sea humana o extraterrestre. Así, el principio de la cinta nos presenta a un héroe abatido, con ataques de ansiedad y que utiliza la construcción de nuevas armaduras como muleta psicológica para bloquear sus miedos. Al igual que le sucediera a Batman o a James Bond, su primer enfrentamiento con el nuevo némesis, El Madarín, lleva al genio, millonario, playboy y filántropo al borde de la muerte, teniendo que reconstruirse a sí mismo desde cero, con su intelecto como principal herramienta para vencer a la nueva amenaza. Si en la primera entrega nos quedó claro que Tony Stark es Iron Man, ahora el objetivo era precisar que Iron Man no es la armadura, sino Tony Stark y que, con artilugios tecnológicos o sin ellos, él sigue siendo el héroe de la función. No hay que negarles a Shane Black y Drew Pearce que, sobre el papel, la premisa es interesante y prometedora, pero de ahí a los resultados en pantalla va un largo trecho, en nuestra opinión, plagado de decisiones y giros equivocados e incongruentes, tanto dentro de la propia trama, como de cara a la continuidad entre lo anterior y lo que pueda estar por venir.
Manteniéndonos en lo referente al protagonista, privado de sus armaduras, Tony Stark se trasmuta en una especie de James Bond, capaz de enfrentarse no sólo intelectualmente, sino también con proezas físicas, a un grupo de soldados tratados con el suero de nanotecnología Extremis que les hace aparentemente indestructibles. Esto conlleva dos problemas, el primero es que ese público que se acerca a la película dispuesto a emocionarse con las maravillas del superhéroe de la armadura se van a sentir defraudados, ya que el protagonismo de ésta (y todas sus versiones alternativas) queda relegado prácticamente al clímax final de la película. El segundo es, precisamente, el problema de incredulidad que genera esa versión de Tony Stark reconvertido en héroe de acción, salvando el día incluso a soldados profesionales como el Coronel James “Rhodey” Rhodes (Don Cheadle). Éste, por su parte, a lo largo de la trilogía no ha conseguido pasar de la categoría de “secundario cómico”, superándose en esta tercera entrega con sus ridículas aventuras como Iron Patriot. Quien si adquiere más protagonismo es Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), quien también va a experimentar un cambio profundo en esta aventura, dejando, por fin, de ser simplemente la novia del héroe (a buena hora mangas verdes, ya que la actriz ha anunciado que no repetirá en el papel en futuras secuelas de la franquicia). Por el contrario, es el otro personaje femenino de la cinta el que carece de entidad alguna. La Dra. Maya Hansen (Rebecca Hall) no pasa de ser una excusa argumental, un recurso para poder presentar y explicar Extremis, dando la impresión de que la mayor parte del personaje quedó cercenado en la mesa de montaje.
Ese villano bicéfalo que componen Guy Pearce (como Aldrich Killian) y Ben Kingsley (El Mandarín), desgraciadamente, carece del peso necesario para generar eficazmente esa confrontación extrema con el héroe. El Mandarín era, sin duda, un personaje necesario para la franquicia pero difícil de llevar a la gran pantalla. Némesis histórico de Iron Man en los comics, su origen está en el referente cinematográfico de Fu Manchú y el contexto de la Guerra Fría de los años 50, con una estética hoy políticamente incorrecta y nefasta de cara a una buena andadura de la película en el mercado chino. Inicialmente, Shane Black y Drew Pearce resuelven de manera eficaz la papeleta remodelando al personaje de acuerdo a referencias modernas de terrorismo islámico, con la figura de Osama Bin Laden a la cabeza. Se obvian elementos, como los 10 anillos de poder, y se ofrece una lectura más realista del personaje, que emplea los videos virales para atacar la moral estadounidense, al mismo tiempo que va situando ataques violentos por el territorio nacional. A nuestro entender, el problema surge cuando los guionistas quieren dar una vuelta de tuerca a esta idea y desarticulan por completo al personaje que han creado con una bufonada ridícula. Hay quien ha abrazado positivamente este giro, a nosotros particularmente nos pareció un error mayúsculo.
La sobreexposición de Robert Downey Jr. también nos parece que está empezando a ser un problema para la franquicia. A día de hoy es incuestionable que nadie da mejor el perfil para el personaje que este actor, sin embargo, tras la agradable sorpresa que supuso en la primera entrega, la franquicia se ha apoyado en exceso en la presencia de este actor y, al igual que sucediera con Johnny Depp y el Capitán Jack Sparrow en “Piratas del Caribe”, llega un momento en que el personaje y la sobreactuación de la estrella empiezan a perder frescura y pasan a resultar cargantes. No es que el actor haya bajado el listón, sino que llevamos cuatro películas viéndole hacer lo mismo (seis si contamos las dos de “Sherlock Holmes”, donde partía del mismo patrón) y el agotamiento de la fórmula es ya patente. Precisamente con esta tercera entrega se culmina el contrato firmado por Robert Downey Jr con Marvel (ahora Disney), dejando la duda en el aire sobre el regreso o no del actor a la serie. Lo cierto es que de cara a esto, “Iron Man 3” ha sido concebida como cierre de la trilogía, con una conclusión lo suficientemente abierta como para albergar nuevas entregas, pero con un sentido de cierre que posibilita la salida del actor. Lo cierto es que aunque, como decimos, la cinta no se cierra puertas de cara a la continuación, el punto en el que deja al personaje supondrá un quebradero de cabeza para idear cómo seguir desarrollándolo en futuras secuelas. Particularmente, consideramos que una buena alternativa podría ser contar con Downey Jr. en “Los Vengadores 2” y preparar el camino para que en la fase 3 Tony Stark cuente con un relevo actoral.
La puesta en escena de Shane Black es esmerada, sobre todo en lo referente a las escenas de acción, donde el cineasta compone algunas set pieces realmente espectaculares, con especial aplauso para el rescate del Air Force One. La combinación de elementos físicos con los efectos digitales está muy bien integrada, jugando con un virtuosismo visual que convierte a la película en un espectáculo continuo, sin desatender ese toque más oscuro de esta tercera entrega gracias a la espléndida dirección de fotografía de John Toll, quien retoma las características establecidas por Matthew Libatique en las dos anteriores y las amplia notablemente. Donde ha cojeado la narrativa ha sido a la hora de ajustar la duración de la película, evidenciando dificultades a la hora de no exceder la duración standard (y aún así sigue siendo la más larga de las tres entregas: 130 minutos frente a los 126 y 124 de las dos anteriores). El efecto tijera en el montaje (una hora y cuarto de metraje fue eliminada del montaje final) deja como daños colaterales un ritmo irregular, saltos bruscos en la acción y poca definición de algunos personajes clave (no sólo la ya mencionada Maya Hansen, sino otros como el Vicepresidente Rodríguez o el propio Aldrich Killian necesitaban de más desarrollo, y las características de Extremis no acaban de estar bien definidas). En el apartado musical, encontramos la incorporación de Brian Tyler a la franquicia, recogiendo el testigo dejado por Ramin Djawadi y John Debney. El primero ofreció aire fresco al esquema habitual de la música para superhéroes, introduciendo un potente toque rockero a través de las guitarras eléctricas que casaba perfectamente con la personalidad narcisista y rebelde del protagonista. El segundo se quedó en una partitura funcional, pero anodina, con más estruendo musical, pero carente de alguna seña de identidad que le diera personalidad. Tyler se queda en un cómodo término medio entre los dos. Aporta un sencillo, pero retentivo, tema principal al héroe y satura la acción con una potente masa orquestal; sin embargo, mucho ruido no da más nueces y, en nuestra opinión, la partitura únicamente logra despegar en los títulos de crédito finales, donde Tyler versiona su propio tema principal de acuerdo al tono metalero de Djawadi.
Como ha sucedido con algunos blockbusters recientes que aspiraban a ser algo más que un mero producto comercial, “Iron Man 3” ha generado posiciones encontradas entre la audiencia. Algunos se han dejado seducir por sus propuestas argumentales, llegando incluso a alzarla como la mejor de la trilogía, mientras que otros han salido francamente desilusionados con el resultado final. En nuestra opinión, esta tercera aventura queda muy lejos de la frescura de la primera entrega y evidencia el agotamiento de algunas de las claves del éxito de la franquicia, sin embargo, por su puesta en escena, una mejor dosificación de la acción y la declaración de intenciones con la que partía Shane Black nos pareció un título más interesante que la inane y soporífera “Iron Man 2”.