viernes, 5 de junio de 2020

“GHOSTLAND”. EL CUENTO DE LA BRUJA.

Poster Incident In A Ghost Land Movie 70 X 45 cm: Amazon.es: Hogar

Pascal Laugier ha estado siempre emparentado con el género de terror, a veces jugando más con el suspense y otras con maneras mucho más explícitas. Su película “Martyrs” forma parte del catálogo de Torture Porn de principios de siglo, en su variante del Nuevo Extremismo Francés; mientras que “El Internado” y “El Hombre de las Sombras” juegan más con la sugerencia. En cualquier caso, sus historias siempre vienen acompañadas de atmósferas enrarecidas y un juego con la percepción de la realidad. Su último trabajo hasta la fecha es “Ghostland”, película de 2018, ganadora del Premio al Mejor Director en la segunda edición del Festival de Cine Fantástico de Canarias Islas Calavera y que ahora está disponible en la plataforma de Movistar +.

“Ghostland” se presenta como un cuento de hadas macabro que recuerda a la historia de “Hansel y Gretel”. Aquí se trata de dos hermanas, Beth y Vera, y la bruja, en lugar de tener una casa de chocolate, tiene una furgoneta ambulante de golosinas. Las dos hermanas se mudan con su madre a la casa de una pariente lejana fallecida, pero nada más instalarse en su nuevo hogar, aislado del mundo, son atacados por un hombre y una mujer que se dedican a torturar a la dos protagonistas. Laugier añade a la historia un jugo de realidades, alternando ese momento traumático con un aparente flashforward donde Beth ha utilizado su trauma para convertirse en una exitosa escritora de terror, mientras que Vera vive atrapada en el recuerdo de aquella experiencia.

Laugier construye para la película un universo propio, más cercano a los excesos de los cuentos populares que a un escenario realista. La casa, aislada y ruinosa, está repleta de muñecas de todo tipo, especialmente de porcelana, muchas de ellas viejas y rotas. La saturación de estos elementos decorativos y las sensaciones que crean los juguetes da a la imagen una atmósfera asfixiante y ominosa. El propio edificio se convierte en una especie de laberinto repleto de habitaciones siniestras que, lejos de servir de aliado a las dos protagonistas, parecen haber hecho un pacto con los invasores. La estética abandonada de la casa tiene su equivalente con el interior de la caravana, mientras que el barroquismo de muñecas y objetos acumulados, pervirtiendo su propósito infantil, se equipara más a la monstruosidad de la bruja y el ogro que a esa transición de la infancia a la adolescencia de las dos niñas.

Conocedor del carácter amenazante del escenario, el director mueve la cámara de manera agresiva por los pasillos, escaleras y habitaciones, incrementando la sensación intimidatoria y de urgencia dentro de la casa. Tampoco se coarta Laugier a la hora de llevar la violencia de la puesta en escena a una imaginería más explícita. La carne se convierte en un componente de plasticidad demencial, no sólo por la progresiva deformación del cuerpo de las protagonistas por las torturas, sino también por los sanguinolentos momentos con los que el director salpica la acción y los enfrentamientos entre víctimas y torturadores.

El guion es autoconsciente de su faceta de cuento de hadas oscuro y no tiene remordimientos por alejarse de los parámetros realistas e instalarse en un contexto onírico o surreal. La situación, la violencia, la falta de un pretexto que justifique lo que sucede permite además que la historia se introduzca por vericuetos desligados de un desarrollo argumental lógico o coherente. Desde el momento en que las niñas y su madre entran en la casa, las barreras entre lo real y la alucinación se desquebrajan, dando a la narración un propósito pesadillesco.

Todo esto hace que la película, lejos de ofrecernos una historia ordenada y ortodoxa, se convierta en una experiencia sensorial, donde la conjunción de imagen y sonido busca arrastrar al espectador por un abanico de sensaciones de angustia, repulsión y tensión. Si eso es lo que están buscando en una cinta de terror, “Ghostland” cumple con creces. Si por el contrario, necesitan un argumento sólido y verosímil, una historia bien armada y coherente, se han equivocado de película.