La carrera de Robert Downey Jr. ha estado marcada por varios altibajos, motivados principalmente por sus sucesivos arrestos a mediados de los 90 por consumo de drogas y sus entradas y salidas de los centros de rehabilitación. Esto estuvo a punto de acabar con su carrera, y en la actualidad se encuentra en un proceso de recuperación, que le ha permitido, gracias a sus excelentes últimos trabajos, recobrar el prestigio perdido.
Hijo del cineasta independiente Robert Downey, con el que colaboró en varias películas, Robert Downey Jr nació el 4 de abril de 1965 en Nueva York, y su debut en la pantalla grande se produjo cuando tenía tan sólo 5 años, en una de las películas de su padre. Habituado a moverse en el ámbito artístico, desde su adolescencia empezó a participar en varias películas, en papeles muy secundarios, iniciado su carrera desde cero a pesar de la influencia que podría ejercer su apellido.
En la primera mitad de los 80 era posible reconocerlo en todo tipo de papeles en pequeñas comedias como “Baby It´s You”, “La Mujer Explosiva”, o “Regreso a la Escuela”. En estos títulos ya se podía intuir su talento, pero sobre todo su carácter excéntrico. Su gran oportunidad le llegó en 1987 al protagonizar de manera consecutiva la comedia “El Cazachicas” y el drama “Golpe al Sueño Americano”. La primera era una comedia romántica co-protagonizada por la actriz Moly Ringwald y le permitió a Downey ingresar en el destacado grupo del Brat Pack (es decir, los jóvenes actores norteamericanos que iniciaron su carrera a principios de los 80 y donde estaban incluidos nombres como la propia Ringwald, Ally Sheddy, Emilo Estevez, Rob Lowe, Ptrick Dempsey, Matthew Broderick, Charlie Sheen, Demi Moore, Keifer Sutherland o Tom Cruise). “Golpe al Sueño Americano” estaba basada en una novela de Brett Eston Ellis, quien más tarde también escribió “American Psycho”, otro título fundamental para conocer la sociedad yuppie estadounidense de finales de los 80 y principios de los 90. Esta película ahondaba en el lado oscuro de la imagen boyante de la sociedad americana, y donde de forma premonitoria aquí Downey interpretaba a un drogadicto.
En los siguientes años, el actor pasó a encadenar varios títulos, principalmente comedias, donde compartía créditos con otros compañeros del Brat Pack. Así en 1988 participó en el drama “1969”, junto a Keifer Sutehrland, y en 1988 “Johnny Superstar”, junto a Anthony Michael Hall. En 1989 protagonizó junto a James Woods el thriller judicial “Solo ante la Ley”, donde interpretaba a un abogado novato que, a través de la figura de un abogado legendario venido a menos, se adentraba en los vericuetos y la corrupción del sistema legal.
La cinta de 1990 “Air America” suponía una oportunidad de participar en un proyecto comercial, avalado por el protagonismo de un actor comercial como Mel Gibson, sin embargo la cinta no cumplió las expectativas. Al año siguiente llegó “Escándalo en el Plató”, una comedia que parodiaba el mundo de los culebrones en Estados Unidos, con un reparto de lujo encabezado por Kevin Kline y Sally Field. Si bien la cinta resultaba entretenida y divertida, tampoco supuso el gran éxito que necesitaba su carrera para terminar de asentarse.
Llegados a este punto y tras una década de trabajo continuado pero sin tampoco llegar a tener nada sólido en su filmografía, Robert Downey Jr logró imponerse por deseo expreso del director Richard Attenborough como el protagonista del ambicioso biopic “Chaplin”, donde el actor se vio ante el reto de personificar a una de las figuras más queridas, reconocidas, estudiadas y admiradas de la historia del cine, Charles Chaplin. El trabajo del actor fue espectacular. Si bien a nivel general la cinta defraudó, ya que resultaba excesivamente larga, en partes aburrida y un tanto apresurada, la interpretación de Robert Downey Jr fue alabada a nivel mundial, siendo nominado al Oscar como mejor actor. Desgraciadamente para Downey, ese año competía contra verdaderos pesos pesados, como el Denzel Washington de “Malcolm X”, El Clint Eastwood de “Sin Perdón” y el Al Pacino de “Esencia de Mujer”, siendo éste último quien se llevó el gato al agua.
El éxito de “Chaplin” puso a Robert Downey Jr en portada de todos los medios, dándole una posición privilegiada en la industria, sin embargo este mismo éxito hizo que salieran a la luz sus problemas con el alcohol y las drogas. Esto dinamitó todo el esfuerzo realizado, cerrándole las puertas de las principales productoras.
El actor sólo consiguió trabajo como protagonista en la insulsa comedia “Corazones y Almas”. A partir de aquí, sólo el apoyo de gente de renombre como Robert Altman u Oliver Stone le permitió continuar con su carrera, interpretando papeles secundarios en las películas “Vidas Cruzadas”, y “Asesinos Natos”.
En 1994 Downey tuvo la posibilidad de reconciliarse con la industria gracias a su papel en la comedia romántica “Sólo Tú”, una comedia romántica que busca estimular también la carrera de la ganadora de un Oscar por “Mi Primo Vinny” Marisa Tomei (quien ya había coincidido con el actor en “Chaplin”). La película tuvo un éxito discreto, pero aparentemente los problemas de Downey con las drogas estaban superados, consiguiendo que se volviera a confiar en él para papeles como el del hermano de Holly Hunter en la cinta dirigida por Jodie Foster, “A Casa por Vacaciones, o en títulos de época como “Restauración” o la adaptación de la obra de William Shakespeare “Ricardo III”, protagonizada por Ian McEllen. Todo esto en papeles modestos, pero en los que el actor podía mostrar su versatilidad.
Sin embargo, el actor se derrumbó nuevamente y volvió a caer en las drogas. Fue detenido repetidas veces, volviendo a pasar por la cárcel y los centros de rehabilitación. Durante este nuevo periodo crítico de su vida su actividad interpretativa fue muy limitada, participando en títulos independientes como “Después de una Noche” de Mike Figgis, donde interpretaba a un enfermo terminal de Sida, o la adaptación que realizaría Robert Altman de la novela de John Grisham, “Conflicto de intereses”.
Su regreso al cine comercial tuvo lugar en 1998 con la secuela de “El Fugitivo”, “U.S. Marshals”, una cinta de acción carente de interés, pero que le devolvía a producciones de primera fila. A este título se le sumaron otros, como el thriller sobrenatural “In Dreams”, dirigido por Neil Jordan y protagonizado por Annette Benning, o la cinta independiente “Black and White”. Durante este periodo, si quería seguir trabajando, debía hacerse tests diarios para demostrar que se mantenía limpio de drogas.
En el año 2000 rodó “Jóvenes Prodigiosos”, junto a Michael Douglas, pero su gran oportunidad le llegó desde la pequeña pantalla con un papel principal en la cuarta temporada de “Ally McBeal”, donde además hacía sus pinitos como cantante. Cuando parecía que todo volvía a alinearse en su favor, Downey volvió a ser detenido por consumo de drogas en abril de 2001. Esto supuso su despido de la serie, y la cancelación de su papel protagonista en una producción de “Hamlet” que iba a dirigir su amigo Mel Gibson. Tras esto el actor pasó su periodo más difícil, manteniéndose alejado una temporada del mundo del espectáculo.
El nuevo regreso de Robert Downey Jr tuvo lugar en 2003, cuando protagonizó la versión cinematográfica de la serie de televisión de culto “El Detective Cantante”, apoyado una vez más por Mel Gibson, quien además de interpretar un pequeño papel se encargaba también de producir la cinta. A este título se le unió el thriller sobrenatural “Gothika”, protagonizado por Halle Berry y Penelope Cruz. Ninguna de estas dos cintas tendría demasiado éxito, pero daban evidencia de un intento del actor por reconciliarse con el gran público a través de cintas de carácter comercial. Robert Downey Jr tampoco quiso desatender su faceta de intérprete de carácter, y en 2004 participó en la cinta colectiva, “Eros” (dentro del episodio “Equilibro”, dirigido por Stephen Soderbergh), y en 2005 George Clooney le dio la oportunidad de participar en su película “Buenas Noches, y Buena Suerte”. Downey parecía volver a estar en racha, aunque todavía no había recuperado la confianza del público, ni de los estudios.
Un título importante en este sentido fue “Kiss, Kiss, Bang, Bang”. Escrita y dirigida por Shane Black, el guionista de “Arma Letal”, la cinta estaba co-protagonizada por Val Kilmer, y mantenía las características de su autor: acción, humor y altas dosis de violencia. La película fue un fracaso en taquilla, pero tras su paso por los cines empezó a generar un boca a boca que ha creado a su alrededor un cierto fenómeno de culto. La interpretación de Robert Downey Jr fue muy aplaudida, abriéndole las puertas a otras producciones. A este título se unieron su participación en la cinta de ciencia ficción de 2006, “A Scanner Darkly”, dirigida por Richard Linklater, y su presencia como secundario en la taquillera comedia de la Disney “Cariño, Estoy Hecho un Perro”.
La reputación del actor empezó a regenerarse gracias a su paso por dos títulos independientes, “Memorias de Queens”, donde interpretaba a un escritor que regresa al barrio de su infancia y se tiene que enfrentar a los fantasmas de su pasado, y “Retrato de una Obsesión”, donde la mayor parte de la película ocultaba su rostro bajo un complejo maquillaje.
Su presencia en la excelente “Zodiac” de David Fincher siguió apuntando las bases para esta nueva etapa de su carrera, antes de enfrentarse a su reto definitivo, el encabezar una superproducción comercial. Con “Iron Man” se jugó el asentamiento definitivo de su carrera en la industria de Hollywood. El éxito de la película vinculó su nombre de manera indivisible al de una franquicia cinematográfica, proporcionándole la estabilidad definitiva y la posibilidad de seguir participando con tranquilidad en producciones independientes (algo similar al caso de otro actor de perfil similar como es Johnnie Depp, tras su triunfo con “Piratas del Caribe”).
Su carismática interpretación de Tony Stark en la cinta de este superhéroe de la Marvel, le permitió seguir demostrando su versatilidad en cintas comerciales muy diferentes, como “Tropic Thunder”, donde interpreta a un actor del método que se somete a una operación para poder interpretar un personaje escrito originariamente para un actor negro (y con la que obtuvo la segunda nominación a los Oscars de su carrera, esta vez como actor secundario), o “Sherlock Holmes”, particular revisión del famoso personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle llevada a cabo por el británico Guy Ritchie, y en la que Downey ofreció una interpretación muy cercana a la del Tony Stark de Iron Man. La faceta más dramática del actor se vio defendida con “El Solista”, cinta de Joe Wright, director de Expiación, donde compartió créditos con otro actor de reputación, Jamie Foxxx. Esta película que nació con aspiraciones de Oscars sufrió varios retrasos y pasó sin pena ni gloria por la taquilla, pero este fracaso no se puede achacar en absoluto al trabajo de los actores, quienes realizaron un trabajo de altura.
El éxito de “Iron Man” y “Sherlock Holmes” han convertido a Robert Downey Jr en un verdadero devoto de las franquicias de Hollywood, hasta el punto de que ha confesado que va a subordinar su futuro inminente al desarrollo de estos dos personajes. Y es que, tras varios periodos difíciles de su vida personal y su carrera, el actor se encuentra ahora en una de las etapas más dulces de su carrera, dispuesto a reclamar ese puesto en la industria del cine que durante años se le ha ido escabullendo entre los dedos.
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