domingo, 2 de mayo de 2010

“FANTÁSTICO SR. FOX” O EL EXCÉNTRICO MUNDO DE WES ANDERSON

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1. INTRODUCCIÓN
Wes Anderon forma parte de una generación de cineastas independientes en Estados Unidos, integrada también por nombres como Paul Thomas Anderson o Noah Baumbach, que han cogido el testigo de las manos de promotores de este movimiento como Jim Jarmush, Tom Dicillo o Hal Hartley. En 14 años de carrera ha conseguido no sólo encandilar a un grupo de fans seguidores de sus películas, sino convertirse en un referente cinematográfico.
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El cine de Anderson se ha caracterizado por su peculiar manera de ver el mundo, siempre a través de historias familiares o comunitarias, donde los diferentes personajes se encuentran anulados en su individualidad, traumatizados por algún hecho anterior que les impide conectar con los demás. En este sentido, una de las principales críticas que han hecho los detractores de su cine se convierte al mismo tiempo en uno de los aspectos que más ensalzan sus seguidores, y es ese carácter frío, impersonal con el que se presentan sus personajes en la película. No es fácil para el espectador identificarse con ellos, aunque a medida que avanza la historia, la habilidad del director nos permite introducirnos en este extraño mundo, sin que éste tenga que ajustarse a los parámetros de los espectadores.
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Curiosamente, siendo el tema de la familia disfuncional algo recurrente en su cine, podemos encontrar también una conexión con gran parte del equipo que se une a sus proyectos. Es importante marcar la relevancia de los hermanos Luke y Owen Wilson, especialmente este último, en las películas de Anderson. Estos dos actores no sólo son recurrentes en los repartos de sus películas, también suelen participar en otras facetas de la producción. Así, Owen Wilson suele colaborar con Anderson en la escritura de sus guiones, y su hermano Luke ejerció de productor en su primer cortometraje, “Rocket Bottle”. Más tarde se unieron al grupo los actores Jason Schwartzman, Bill Murray y Anjelica Huston, así como miembros del equipo técnico como el compositor Mark Mothersbaugh. Todos ellos han sabido adaptarse a esa visión del mundo creada por Anderson a través de sus películas, contribuyendo de manera inestimable a su éxito.
2. INICIOS EN EL CINE
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Como tantos otros cineastas, la carrera de Wes Anderson comenzó gracias a la carta de presentación que supuso su primer cortometraje, “Bottle Rocket”, rodado en 1994, el cual, tras un paso triunfal por el festival de Sundance, le permitió conseguir la financiación para inmediatamente convertir esa historia en su primer largometraje (en España recibió el título de “Ladrón que Roba a Ladrón”. Esta película de 1996 contaba la historia de tres peculiares amigos que, torpemente, tratan de meterse en el mundo del crimen.
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La película no obtuvo demasiada trascendencia comercial, sin embargo, sí sirvió para llamar la atención de cineastas como Martin Scorsese o el productor Joe Roth, quienes decidieron apoyar el desarrollo de la carrera de Anderson como director. El propio Roth le produjo en 1998 su siguiente largometraje, “Academia Rushmore”, acerca de un pésimo estudiante que se enamora de una de sus profesoras, quien a su vez es cortejada por un infeliz millonario. En esta ocasión el resultado alcanzó una mayor suerte. La crítica elogió el peculiar mundo creado por el cineasta a través de su historia y su personal puesta en escena. Casi sin pretenderlo, la cinta se convirtió de la noche a la mañana en un fenómeno de culto que ayudó a despegar la carrera del director.
3. CINEASTA DE CULTO
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Curiosamente, tras este éxito, el cineasta tardaría cuatro años en estrenar su siguiente película, “Los Tenenbaum. Una Familia de Genios”. En esta ocasión, Anderson nos presentaba una familia neoyorquina, peculiar, anómala y surrealista, cuyos miembros son frágiles y emocionalmente débiles. Marcados por la separación de sus padres y las carencias afectivas proporcionadas por estos, los hijos han brillado desde que eran jóvenes en los más diversos ámbitos. Un día, Royal Tenenbaum, quien abandonó a su familia quince años atrás, regresa fingiendo que está muy enfermo, con el fin de recuperar el calor filial y conyugal. Esta pasó a ser una cinta mucho más ambiciosa que su trabajo anterior, y vino avalada, además de por sus actores fetiche, por un extenso reparto de estrellas y actores consagrados, como Gene Hackman, o Ben Stiller, que se dejaron conquistar por el particular mundo creado por Anderson en sus historias. La película tuvo un éxito mayor que las anteriores, situando a su director en un puesto de gracia dentro de la industria del cine independiente norteamericano. Parecía que el efecto de culto que había conseguido generar alrededor de sus historias iba a posibilitarle una carrera de imparable éxito en el cine.
the-life-aquatic-with-steve-zissou-5-800 Su siguiente trabajo, “The Life Aquatic”, llegó 3 años más tarde, en 2005. Aquí nos presentaba al famoso oceanógrafo Steve Zissou y su equipo, quienes se embarcan en una expedición para cazar al misterioso, elusivo, y quizás no-existente Tiburón Jaguar que mató al compañero de Zissou durante la filmación de un documental en su última aventura. En el viaje les acompañan, entre otros, su co-piloto (y posible hijo ilegítimo), una hermosa periodista que debe escribir un perfil de Zissou, y su esposa, Eleanor. Además se enfrentan a terribles complicaciones, como piratas, secuestros y la bancarrota. Anderson tomó como referente para esta historia la figura de Jacques Cousteau, parodiando el estilo de los documentales de este genial oceanógrafo, hasta el punto de que sus herederos no quedaron precisamente contentos con el chiste. Una vez más, Anderson volvió a reunir a un reparto de lujo, dando como resultado otra película coral (Bill Murray, Owen Wilson, Cate Blanchett, Anjelica Huston, Willem Dafoe, Jeff Goldblum, Michael Gambon). Uno de los particularismos más llamativos de esta cinta era que las escenas submarinas estaban realizadas a través de animación en stopmotion, gracias al talento de Henry Sellick, director de películas como “Pesadilla antes de Navidad”, o “James y el Melocotón Gigante”. En esta ocasión el resultado económico fue un tanto decepcionante, ya que la película no fue tan bien recibida como sus anteriores trabajos.
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De las profundidades marinas, Anderson daría el salto a La India con “Viaje a Darjeeling”, un homenaje a cineastas de origen hindú como Satyajit Ray. En esta ocasión, Owen Wilson, Jason Schwartzman y Adrien Brody interpretaban a tres hermanos que llevan un año sin hablarse y que deciden realizar un viaje atravesando La India en tren con la intención de conocerse a sí mismos y estrechar las relaciones entre ellos. La búsqueda espiritual rápidamente sale de su curso llegando a quedarse solos en medio del desierto con once maletas, una impresora y una lámpara. Nuevamente, tras la irregular recepción en taquilla de “Life Aquatic”, esta nueva aventura en el universo de Wes Anderson se saldó con un decepcionante paso por la taquilla. La cinta tampoco fue muy bien recibida por la crítica, obteniendo mejores comentarios el cortometraje “Hotel Chevalier”, creado como presentación del personajes de Jason Schwartzman y que inicialmente sólo iba a servir como complemento a los pases de la película en los festivales de cine. Al final, éste creó tanta expectación (en parte, todo hay que decirlo, por incluir el primer desnudo en pantalla de la actriz Natalie Portman) que se incluyó en las proyecciones en las salas de cine.
4. “FANTÁSTICO SR. FOX”
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Los traspiés sufridos con sus dos últimas películas no parecen haber afectado demasiado a Anderson, quien acaba de presentar un nuevo proyecto aún más ambicioso y extravagante que los anteriores, “Fantástico Sr. Fox”. Inspirado en un relato infantil del escritor Roal Dahl (publicado en nuestro país con el título de “El Superzorro”), se trata de una película de animación, cuyo guión ha escrito el director junto a su amigo Noah Baumbach (autor de títulos como “Historias de Brooklyn” o “Margot y la Boda”, con entornos familiares disfuncionales similares a los de Anderson), y que cuenta con las voces de Meryl Streep y George Clooney para los personajes principales, además de parte de la troupe del director (Jason Schwatzman, Bill Murray, Willem Dafoe, Owen Wilson, Michael Gambon o Adrien Brody) para los papeles secundarios.
cast Esta es la primera ocasión en la que Anderson parte de un material ajeno, y además lo hace con un texto original (un cuento infantil), a priori, muy alejado a su universo personal, así como al tipo de público al que van dirigidas sus películas. Sin embargo, al igual que hiciera recientemente Spike Jonze con “Donde Viven los Monstruos”, la propuesta de Anderson no es una cinta infantil, sino una historia adulta, donde una vez más salen a la luz sus obsesiones particulares.
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El protagonista de la historia es el fantástico Sr Fox del título, un zorro ingenioso y astuto que se acerca a la crisis de madurez y, ante la posibilidad de que su familia y amigos piensen que se ha amansado, decide abandonar su cómoda vida y volver a sus actividades de juventud, organizando un plan maestro para robar a los principales granjeros del lugar. En este sentido el contar con la voz de George Clooney resulta de lo más apropiado, ya que el protagonista de la historia responde a ese encanto, elegancia y cinismo del protagonista de “Ocean’s Eleven”.
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Otro personaje destacado es la Sra. Fox (que en la película recibe el nombre de Felicity, en un guiño a la mujer de Roal Dahl). Ella representa el equilibrio, la sensatez y el amor dentro de la historia, convirtiéndose en uno de los personajes más centrados y libres de traumas del cine de Wes Anderson. Para darle voz, nuevamente, nadie mejor que la gran dama del cine norteamericano, Meryl Streep. En un primer momento de la producción se rumoreó que este papel iba a recaer en manos de Cate Blanchett. Al parecer director y actriz hablaron de esta posibilidad durante el rodaje de “The Life Aquatic”, sin embargo Anderson acabó decantándose por Streep.
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La arrolladora personalidad del Sr Fox se cobra una primera víctima familiar en la figura de su hijo Ash. Inadaptado, carente de habilidades sociales, y en absoluto tan popular como su padre, el hijo de los Fox intenta por todos los medios ganarse el respeto y la admiración de su padre. Sin embargo, esto no sólo no sucede, sino que encima debe enfrentarse a la competencia de su primo Kristofferson, un gran atleta, impecable en todo lo que emprende, al que el Sr Fox acoge como ese hijo que le hubiese gustado tener.
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El egocentrismo de este personaje no sólo ha convertido a su hijo Ash en un inadaptado, incapaz de superar el legado de su padre, sino que además rompe el débil equilibrio entre el mundo natural y la zona industrializada del hombre. Cuando los tres granjeros, los desalmados Bean, Boggis y Bunce, descubren el robo deciden invadir el bosque y arrasarlo en busca del Sr. Fox. A través de la figura de estos tres estrafalarios personajes, Anderson introduce en la película una crítica a la industrialización feroz y su impacto en el medio ambiente.
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El conjunto de estrafalarios personajes de la película se completa con una muestra de otros animales, como la poco despierta zarigüeya Kilie (aliada de Fox en sus asaltos a las granjas de Bean, Boggis y Bunce), el tejón Badger (abogado y consejero del protagonista) o la amenazante Rata (enemigo acérrimo de Fox). La apariencia civilizada de los animales en la película se convierte así en otro de los temas a tratar: como bajo una fachada de educación y civilización anidan en todos nosotros nuestros instintos salvajes (magníficamente ilustrado, por ejemplo, con la violenta forma de comer de los Fox).
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Uno de los aspectos más arriesgados de la película es el uso de la animación stop motion. Lejos del virtuosismo técnico de las últimas cintas de animación, Anderson ha preferido optar por una línea más artesanal y hasta anacrónica. Así, por ejemplo, para que el espectador sea más consciente del efecto stop motion, se ha empleado una velocidad de 12 fotogramas por segundo en lugar de 24, que hubiese resultado más fluido. Cuando la cinta estaba aún en proceso de postproducción saltó la polémica por la forma en que Anderson estaba dirigiendo al equipo técnico, enviándoles las instrucciones desde el ordenador de su casa o incluso desde su IPhone, supervisando el proceso a través de internet. Este distanciamiento hirió la susceptibilidad de los animadores, sin embargo, el resultado en pantalla es excepcional. No sólo se trata de secuencias de animación muy complejas y elaboradas, sino que además saben adecuarse perfectamente a la estética empleada por el director en sus cintas de imagen real. Además, resulta curioso como siendo precisamente la película de Anderson en la que prescinde de la presencia física de los actores para sustituirlos por marionetas, ésta pasa a convertirse en su obra más cercana al público y emocional (no es Disney, claro está, pero el espectador puede empatizar mejor con los disfuncionales Fox que, por ejemplo, con los disfuncionales Tenenbaums).
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La personalidad del director es también apreciable en el uso de la música. Todas las películas de Anderson se caracterizan por una cuidada selección musical que se integran de manera orgánica con las secuencias que acompañan. Aquí el director prescinde de su habitual Mark Mothersbaugh en favor de Alexandre Desplat (uno de los compositores de moda tanto en el cine de Hollywood, como en el europeo, nominado al Oscar precisamente por su trabajo en esta película), cuya partitura se ve complementada con canciones como “The Ballad Of Davy Crockett” interpretada por The Wellingtons, “Heroes And Villains” de los Beach Boys, “Street Fighting Man” de los Rolling Stones, o varios temas interpretados por Burt Ives.
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“Fantástico Sr Fox” supone un paso adelante en la filmografía de Wes Anderson, y su mejor película junto con “Los Tenenbaum. Una Familia de Genios”. Se trata de una cinta arriesgada por su estética y tratamiento de la historia, pero que sabe mantenerse coherente con el estilo de su director sin para ello traicionar el espíritu de cuento infantil en el que se basa, demostrando que la buena literatura infantil es aquella que sabe esconder bajo su prosa una historia más adulta de lo que aparenta.

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