viernes, 23 de julio de 2010

NICK HORNBY Y EL SÍNDROME DE PETER PAN

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1. INTRODUCCIÓN

Dentro de las letras británicas recientes podemos encontrar a un grupo de escritores que buscan aproximarse a sus lectores con historias contemporáneas, que traten la realidad cotidiana a través de personajes cercanos y que sepan reflejar las contradicciones de la vida moderna. El drama y la comedia se funden en una visión agridulce de la vida. Entre estos escritores podemos encontrar autores como Zadie Smith, Ian McEwan, Helen Fielding o Nick Hornby. Éste último inició su carrera con “Alta Fidelidad”, donde describía la crisis existencial y sentimental del hombre maduro de clase media británico.

A continuación llegó “Fiebre en las Gradas”, una novela de tintes autobiográficos, donde seguía ahondando en esta representación de un modelo masculino con síndrome de Peter Pan y problemas con el compromiso. Poco a poco en textos posteriores, Hornby fue adentrándose en temas más espinosos, en una búsqueda del equilibrio entre el drama y la comedia en sus textos. Así llegaron otras obras como “Érase Una Vez un Padre”, “Cómo Ser Buenos”, “En Picado” o “Todo por una Chica”.

Hornby es un autor que huye de los ambientes selectos. Ha admitido que prefiere los halagos que recibe de personas con las que coincide en los estadios de fútbol que las críticas favorables de la prensa especializada. Todo autor busca alcanzar la posteridad a través de su obra, pero Hornby tiene claro que esto no se puede conseguir si no te leen tus contemporáneos, y una forma de acceder a un público más amplio es a través del cine.

1997 FUERA DE JUEGO / 2005 AMOR EN JUEGO

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La primera obra de Hornby en ser llevada a la gran pantalla fue “Fiebre en las Gradas”, recibiendo en nuestro país el título de “Fuera de Juego”. La novela es un relato semi autobiográfico donde el autor relata su tumultuosa relación con el fútbol y con su equipo, el Arsenal londinense. El propio Hornby ha confesado que su pasión por el fútbol comenzó cuando sus padres se separaron, de manera que este deporte se convirtió en una evasión para evitar enfrentarse a la crisis que se vivía en su casa. El protagonista de la historia, Paul Ashworth, al igual que el propio escritor, es un profesor universitario que no duda en subordinar los acontecimientos de su vida a su afición. Adicto al fútbol rechaza invitaciones a bodas porque ese día el Arsenal juega en casa, o asocia su primera gran ruptura amorosa a la pérdida de un jugador emblemático. Esto es una constante en este tipo de personajes masculino de Hornby, quienes siempre están obsesionado con algún elemento de cultura popular que personalizan de tal manera que acaba actuando como explicación a los avatares de su vida.

La adaptación de 1997 fue una comedia de ambiente obrero británico surgida a partir del éxito de “Full Monty”. Estaba dirigida por el debutante David Evans, contando con la presencia de Colin Firth en el papel de Ashworth. El propio Hornby se encargó de escribir el guión, manteniendo el tono irónico y la frescura de los diálogos de su novela original. Esta novela contó con otra adaptación, esta vez estadounidense a cargo de los hermanos Farrelly y titulada “Amor en Juego”. Aquí el personaje protagonista pasa a llamarse Ben y su obsesión es el baseball y el equipo de Boston los Red Sox. En este sentido el trasvase de la cultura futbolística británica al deporte por excelencia en Estados Unidos resultó perfectamente coherente a la hora de mantener esa radiografía de los entresijos sociales de la devoción y lealtad a un club por parte de una comunidad de sufridos seguidores. Sin embargo en esta ocasión la perspectiva es externa, ya que los Farrelly se centraron más en el personaje femenino interpretado por Drew Barrymore (no por nada productora de la película), quien intenta comprender el fervor de su novio.

2000 ALTA FIDELIDAD

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La siguiente obra de Hornby en ser llevada a la pantalla fue “Alta Fidelidad”. En ella nos presenta a Rob Flemming, otro personaje masculino de mediana edad atrapado en su propia obsesión que le impide tener una relación madura con las mujeres que pasan por su vida. Rob tiene una tienda de música especializada sobre todo en vinilos de coleccionismo. El vínculo especial que crea el protagonista con estos discos lo mantiene anclado en su etapa adolescente y le impide integrarse en la sociedad y evolucionar. Su tienda se convierte en una burbuja en el tiempo, imperturbable a los cambios del exterior, hasta que la falta de ventas lleva el negocio a la quiebra y Rob se encuentra ante un momento de cambio den su vida. Al igual que el Paul Ashworth de “Pasión en las Gradas”, Rob Flemming establece una conexión personal entre diferentes acontecimientos y personas que han pasado por su vida con elementos de su obsesión, en este caso, canciones que definen sus sentimientos y sus impresiones sobre los demás. Sin embargo, las referencias culturales no acaban aquí. Para consolarse de su última ruptura amorosa, Rob se refugia en la compañía de Barry y Dick, sus cómplices en la tienda, y juntos hacen innumerables listas de los top del pop, como las cinco mejores películas, o los cinco mejores episodios de «Cheers».

La versión cinematográfica de esta novela fue también la primera adaptación hollywoodiense de una obra de Nick Hornby, cambiando la ambientación original para adecuarla a un entorno estadounidense. En esta ocasión el autor no se involucró en la escritura del guión, escrito por D.V. DeVicentis, Steve Pink, Scott Rosenberg. El papel principal estuvo interpretado por John Cusack (quien también se involucró en la escritura del guión), un actor acostumbrado a interpretar personajes en continua crisis existencial, mientras que la dirección corrió a cargo de Stephen Frears, un realizador británico con experiencia previa a la hora de llevar a la pantalla historias que compaginan drama social con comedia sentimental.

2002 UN NIÑO GRANDE

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Esa búsqueda de Nick Hornby de un equilibrio entre drama y comedia alcanzó su cota más alta hasta la fecha en el cine con la adaptación de “Érase Una Vez un Padre”, que recibió el título de “Un Niño Grande”. El protagonista masculino responde en esta ocasión al nombre de Will Freeman, tiene treinta y seis años y no ha trabajado en toda su vida ya que vive de los derechos de autor de una canción que compuso su padre hace más de cincuenta años. Will se define a sí mismo como una isla, ya que a su edad aún no siente la necesidad de formar una familia, y prefiere pasar el tiempo con entretenimientos banales como ver la televisión o comprar todo tipo de caprichos inútiles. En su mundo absolutamente egocéntrico y egoísta, Will idea un peculiar método para conocer mujeres: hacerse pasar por el padre soltero para ligar con madres separadas. Sin embargo, la vida de Will cambia cuando conoce a Marcus, un adolescente introvertido, con carencias afectivas, hijo de la amiga de uno de sus ligues. Marcus descubre el secreto de Will y le chantajea para que ocupe el hueco vacío de su padre ausente.

“Un Niño Grande” era una coproducción entre Reino Unido y Estados Unidos, se rodó en Inglaterra, pero estaba dirigida por dos cineastas americanos, los hermanos Chris y Paul Weitz, conocidos principalmente por el éxito de “American Pie”. Hornby, una vez más, no se encargó de escribir el guión, pero sí mantuvo una participación activa con la película como productor ejecutivo. Después de barajarse nombres como John Cusack o Brad Pitt, el papel principal fue para un actor británico, Hugh Grant, quien con este papel se distanciaba de sus papeles de galán atolondrado, para desarrollar un tipo de personaje moralmente cuestionable que ha seguido desarrollando en títulos posteriores como “Amor con Preaviso” o “American Dreamz”.

2010 UNA EDUCACIÓN

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Después de un tiempo alejado del cine y centrado en su producción literaria, Nick Hornby regresaba el año pasado a la gran pantalla con “Una Educación”, una cinta alejada de las películas que hemos ido comentando. En primer lugar se trata de un guión basado en un material ajeno (las memorias de la periodista Lynn Barber), su protagonista es una chica adolescente y no un hombre adulto con problemas de madurez, y además, la historia está ambientada en los años 60, lejos del entorno actual de sus otras historias. Sin embargo, este material le ha servido a Nick Hornby para llevar a cabo un guión ejemplar, con un magnífico tratamiento de personajes y repleto de deliciosos diálogos, gracias al cual logró también una nominación a los Oscars en la pasada edición de los Premios de la Academia de Hollywood. Esperemos que esta buena experiencia le anime a seguir vinculado al séptimo arte.

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