miércoles, 20 de noviembre de 2013

EL TERROR SEGÚN JAMES WAN

james_wan1

A sus 36 años, James Wan se ha convertido en uno de los principales referentes del cine de terror actual en Hollywood. Pionero en el terreno del torture porn, su cine, sin embargo, ha preferido optar por vías más sugerentes y menos explícitas a la hora de subyugar al espectador. Su filmografía está plagada de espacios cerrados y claustrofóbicos, personajes llevados al borde de la locura y objetos, por regla general, inocentes y queridos que adquieren un valor siniestro y macabro.

james_wan2

Nacido en Malasia, sus estudios los desarrolló en la Escuela de Cine de Melbourne, donde conoció a Leigh Whannell, con el que lleva formando equipo creativo desde 2003. Aún como estudiantes de cine, juntos idearon una pequeña historia en forma de cortometraje titulada “Saw”. El resultado fue tan satisfactorio que decidieron convertirlo en un largometraje, sin saber que con ello iban a abrir la puerta no sólo a una de las franquicias de terror más rentables de los últimos años, sino también a todo un subgénero bautizado como torture porn, debido a lo extremo de sus imágenes y violencia explícita. En ese momento, Wan tomó una decisión arriesgada. El joven cineasta podía haber ganado fama y mucho dinero explotando su creación. Sin embargo, rechazó dirigir las secuelas de “Saw”, delegando en la figura de Darren Lynn Bousmann y limitándose a supervisar el desarrollo como productor ejecutivo. Lo cierto es que la primera entrega de “Saw” se apoyaba en el suspense y la atmósfera más que en el gore desatado, fue Bousmann quien propició un cambio de tono de la franquicia y potenciando una puesta en escena sanguinolenta y truculenta.

james_wan3

Dispuesto a dejar clara su postura, lejos de dejarse llevar por el camino fácil, James Wan prefirió alejarse del torture porn y abogar por un cine de terror de escritura clásica con “Silencio desde Mal”, de nuevo en alianza con Leigh Whannell, donde abandonaban a los asesinos en serie y se adentraban en el terreno paranormal con una historia de fantasmas. Lo que unía su opera prima con esta película era su habilidad para generar atmósferas turbias y su querencia por los muñecos de ventrílocuo. La película sufrió una accidentada producción, con muchos cambios que acabaron generando un resultado irregular y fallido. Tras el éxito de “Saw”, Wan tuvo que vérselas con su primer fracaso.

james_wan4

Los problemas de postproducción de “Silencio desde el Mal” provocaron que el estreno de esta cinta se solapara con la fase final de la realización de “Sentencia de Muerte”, el tercer largometraje de James Wan. Pensada como una cinta de justiciero, en la línea de las películas de “Yo Soy la Justicia” de Charles Bronson, la primera mitad responde a un tono realista y directo, acercándose a la psicología del personaje principal y marcando sus conflictos morales. Sin embargo, la película da un importante giro y adquiere rasgos más grotescos y exagerados, recordando a la violenta narrativa de los comics de Frank Miller. Mientras la primera mitad se beneficia por su trabajo de personajes, sufre de un ritmo irregular; por otro lado, la segunda mitad abandona cualquier atisbo de verosimilitud, pero en su extravagancia resulta mucho más salvaje y entretenida. Sea como sea, la cinta no termina de encontrar el tono adecuado, descolocando al espectador y saldándose con un nuevo fracaso para el director.

james_wan5

Tras un periodo de reflexión, Wan regresó al género de terror, recuperando su alianza con Leigh Whannell y algunos de sus rasgos comunes. “Insidious” bebía del tipo de cine de terror que gusta a sus dos creadores, con referentes como el cine de la Hammer, “Poltergeist” de Tobe Hooper o “El Exorcista” como punto de partida. Wan se esmeró en una escritura clasicista, buscando inquietar al espectador con pequeñas set pieces en las que juega con la perspectiva de los personajes y la introducción inesperada de elementos sobrenaturales dentro de un entorno cotidiano. Con esta cinta el director supo volver a convencer al público intentando acumular el mayor número de momentos de tensión dentro de la narración. Esta arriesgada propuesta dio como resultado algunos momentos verdaderamente sobresalientes, aunque también con otros donde la apuesta del cineasta resultaba fallida. Afortunadamente para Wan, el cómputo final salía a su favor y el director volvió a posicionarse como un nombre de relevancia en el género.

IMG_0278.dng

Tras esta experiencia, el cineasta decidió afinar aún más su caligrafía de terror con la adaptación de un hecho real, “El Expediente Warren. The Conjuring”. Gracias al guion de los hermanos Hayes, Wan se adentró en una puesta en escena aún más sugerente y clasicista, explotando los patrones del género y dándole gracias a su habilidad con la cámara una perspectiva novedosa. Como en “Insidious”, se buscaba evitar una exposición explícita de lo sobrenatural, y hacer un uso inteligente y discreto de los efectos digitales, potenciando en el espectador una sensación de artesanía narrativa. Con este trabajo, el director logra limar muchos de los inconvenientes con los que cojeaba su anterior película, ofreciendo un trabajo no especialmente original, pero sí efectivo y solvente.

insidious 2 james wan1

“El Expediente Warren. The Conjuring” situó el listón muy alto para la siguiente, y aparentemente última, cinta de terror de su director, James Wan. Ésta además debía afrontar también su condición de secuela de otro título del género muy aplaudido en los últimos tiempos. Con sus dos anteriores películas, Wan había logrado marcar un punto de inflexión en su carrera, desarrollando una trayectoria ascendente a la hora de revisitar las claves del terror clásico y sugerente. Con estos antecedentes, las esperanzas estaban en colocar a “Insidious. Capítulo 2” como auténtico colofón de esta etapa, antes de que el cineasta partiera hacia otros estilos y temáticas. Desgraciadamente, pese a sus virtudes, esto no ha sido así, y la cinta supone un pequeño jarro de agua fría ante las ilusiones del espectador.

insidious 2 james wan2

No vamos aquí a desmerecer las habilidades narrativas de James Wan, quien vuelve a ejecutar las diferentes secuencias aterradoras de la película con un nivel de artesanía que aparta a la película de los efectistas caminos del cine de terror moderno. Es cierto que el cineasta se reserva varios golpes de efecto, tanto de montaje como de sonido, para hacer levantar al espectador de su asiento, sin embargo, al igual que hiciera en la primera entrega o en “El Expediente Warren”, el esfuerzo principal está dirigido a generar una atmósfera malsana que mantenga al público en tensión en todo momento. Volvemos a encontrar algunos elementos recurrentes del cine de Wan, como el uso de elementos infantiles reinterpretados de manera siniestra, en este caso, el andador de Kali, la hija pequeña del matrimonio Lambert.

insidious 2 james wan3

En ese espíritu continuista hacia la primera entrega podemos apreciar también el esfuerzo por desarrollar la historia sin romper con la estética establecida en 2010. Es cierto que desaparece la amenazante figura del demonio de la cara roja de la primera entrega, pero mantenemos uno de sus principales hallazgos, la anciana que persigue al personaje de Josh Lambert, a la que se añade el personaje de la madre de Parker Crane, con los que se mantiene ese tono grotesco y teatral que resultaba tan efectivo a la hora de crear la atmósfera de la anterior película. Tampoco tenemos nada que objetar al trabajo interpretativo, en su mayor parte manteniendo las mismas características que la cinta anterior, pero en la que Patrick Wilson tiene ocasión de ofrecer nuevas facetas de Josh Lambert, con guiño claro a una de las secuencias míticas de “El Resplandor”. Desgraciadamente, esto supone nuevamente la interferencia de la pareja de expertos en lo sobrenatural Spects y Tucker, interpretados por el propio Leigh Whannell y Angus Sampson, alivio cómico de las dos entregas y cuya presencia, aunque divertida en ocasiones, no sirve sino para romper la tensión generada en la narración.

Insidious 2 trailer <br />(Screengrab)

El problema de la película, a nuestro entender, yace en el guion ideado por Leigh Whannell y en su apuesta por alejarse del tono enigmático y velado de la primera entrega en favor de un acercamiento más razonado y comprensible. Parte del interés que tenía “Insidious” era que si bien existía una explicación general que justificaba los fenómenos paranormales que sufría la familia Lambert, las particularidades específicas de cada uno de ellos no eran expuestas al espectador, manteniendo un halo de misterio y terror primigenio. Con esta segunda entrega, Whannell no sólo ha dado un trasfondo psicológico y una razón de ser a la figura de la anciana, justificando al espectador los aspectos que le resultaban chocantes e insólitos de este personaje, con la consiguiente pérdida de su carácter de terror arcano y convirtiéndolo, sino que además, con el fin de poder seguir hilando la trama, se toma la libertad de reinterpretar a su conveniencia los acontecimientos de la primera entrega, sacando partido de manera infame de aquellos componentes que acertadamente habían dejado a la interpretación del espectador.

insidious 2 james wan5

Con esto, y pese a que, como ya hemos comentado, la cinta cuenta con buenas virtudes que la convierten en un apreciable ejercicio de cine de terror, en nuestra opinión se produce una traición hacia la primera entrega y hacia el espectador, jugando una mano tramposa y tendenciosa con el fin de poder abrir puertas no sólo para el argumento de esta segunda entrega, sino también para futuras entregas de la saga. “Insidious. Capítulo 2” se convierte en la despedida, al menos de momento, de James Wan del cine de terror. Tras una larga trayectoria manejando este tipo de patrones e historias, el cineasta ansía ahora probarse a sí mismo en otros terrenos, encontrándose su oportunidad en la realización de “A Todo Gas 7”, donde sustituye a Justin Lin en la que se espera que sea una de las cintas más taquilleras del próximo verano.

james_wan7

No hay comentarios:

Publicar un comentario