martes, 5 de marzo de 2013

LUCHANDO POR UN SUEÑO. ENTREVISTA AL ACTOR BORJA TEXEIRA

cine leve

Hoy martes 5 de marzo en CICCA en Las Palmas de Gran Canaria a las 19h. y el próximo 7 de marzo en TEA Tenerife Espacio de las Artes a las 20.30h. tendremos ocasión de acercarnos a una nueva hornada de Cine Leve de la mano de Josep Vilageliu (quien presentará “Rondó”), Daniel León Lacave (“Ruido” y “Mirando Hacia Atrás”) y Adrián González Barreto (“Silvia”). Como adelanto, nosotros hemos tenido la ocasión de entrevistar al actor Borja Texeira, colaborador habitual del cine de León Lacave, protagonista de “Mirando Hacia Atrás” y rostro indispensable de este movimiento audiovisual canario que es el Cine Leve.

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1. ¿Cuándo y por qué decidiste convertirte en actor?

Pues cuando tenía más o menos unos 14 ó 15 años. Recuerdo que me gustaba mucho la serie “Compañeros”, donde la edad de sus personajes principales se ubicaba más o menos en la que yo tenía por aquel entonces. Yo veía la serie y me decía “qué bien, estar ahí en un set de rodaje, viviendo esa experiencia con más gente como tú, haciendo ver que haces unas cosas y vives unas situaciones, que en la vida real no me pasa”. A partir de ahí, empecé a fantasear con eso de ser actor.

Aunque si te digo la verdad, a mi siempre, desde que tenía cuatro o cinco años, me ha gustado escribir, dibujar, recrear historias, algo que hoy por hoy he “reciclado” de otra forma, escribiendo guiones, poesía y atreviéndome a contar historias, como director, para poder contarlas y sean vistas a mi manera. De pequeño, con esa edad más o menos, si me preguntabas qué quería ser de mayor la respuesta era: “Director de cine como Steven Spielberg...”. A mi también me marcó “E.T.”. Tengo algún cuaderno de aquel tiempo con garabatos donde planteo historietas y demás.

Ser actor te permite contar historias desde el punto de vista individual, un personaje, que a su vez es parte de un mosaico más amplio, la historia a contar que maneja el director, previamente creado por un guionista. Realmente, hoy por hoy, me planteo si ser actor es mi único fin. Me gusta imaginar y contar historias, ser actor es una forma más de poder hacerlo.

2. ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias?

Pues con esta edad de quince años, el desconocimiento por mi parte sobre las artes escénicas en Gran Canaria era tan grande que podría caber un agujero negro. Sabía de la existencia de la Escuela de Actores de Canarias, pero aún no tenía edad para poder presentarme. Hasta que llegó ese momento, hice algún curso en la Universidad de interpretación con Rocío Solís; de dramaturgia; y guión para cortometraje con Rolando Díaz. Y me metí a estudiar Geografía...

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3. Has mantenido una estrecha relación artística con Daniel León Lacave, ¿cómo comenzó esta unión?

Pues con cierta carambola. Yo me presenté en el año 2003 a las pruebas de acceso de la Escuela de Actores. En esos días una de mis compañeras de las pruebas era Yazmina Ramírez, actriz referente en la filmografía de Dani como director, y ella me habló que estaba preparando un cortometraje con un amigo. El tiempo de las pruebas de acceso pasó y yo me quedé fuera. El caso es que unos días después Yazmina me llamó (casi por lástima ante el hecho de que me hubiese quedado fuera en esas pruebas) para decirme que su amigo el director necesitaba alguien para que cubriese un papel casi de figuración, un agente de seguridad de un parking. Y allí se plantó Borja, un 12 de Octubre de 2003, para formar parte de “Princesa”. Me acuerdo que ese día le llevé un guión de los primeros que escribí, sinceramente no recuerdo lo que le pareció, pero al cabo de los días me llamó para agradecerme la participación y preguntarme que qué tal me había parecido la experiencia de rodar con él. Digamos que se preocupó. Y de ahí me volvió a llamar para otro pequeño papel en “Hanna, después del tiempo”, esta vez de policía. Luego estaba la broma de “el actor secundario Borja” o que si me iba a encasillar en mis papeles. Y así hasta hoy, diez años de cortometrajes, tanto suyos como míos.

A menudo intercambiamos ideas e incluso las desarrollamos, de forma cibernética, a través de correos, como el caso de “Ruido” (2012), que también se estrenará estos días en el CICCA y en el TEA. Me pasó una idea bastante buena, le dimos forma juntos y salió “Ruido”. Yo le pasó también guiones o ideas, y hacemos el mismo proceso a la inversa, me aconseja suprimir o añadir elementos que ayuden a desarrollar la historia. Es a la única persona que le confío mis guiones o ideas aunque no vayan a ser rodadas; y es, si no la primera, la segunda persona a la que le doy a leer lo que hasta ahora he rodado como director.

Muchos se quedarán “el cajón”, pero no deja de ser ejercicios de escritura.

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4. ¿De cuál de vuestros trabajos conjuntos te sientes más orgulloso?

No sé si más orgulloso, pero yo soy un enamorado de “Cerca del Mar” (2010). Mi papel, ni mucho menos era protagónico, pero servía de núcleo común para los personajes de Verónica Galán y Fátima Luzardo. No conocía a ninguna de las dos; Verónica me sorprendió por su naturalidad, todo lo que decía sonaba a verdad, y con un primer plano que devoraba la cámara; Fátima es todo un encanto y otra pedazo de actriz, ella decía que estaba nerviosa porque no había tenido mucho tiempo de ultimar su personaje, pero después de cada “acción” iba y lo clavaba. La historia me gustó muchísimo y conforme íbamos rodando más me enganchaba. Además ya inmiscuidos en el “cine leve” -ésta fue mi primera participación en esta corriente- el rodaje se planteó como algo abierto permitiendo crear en el momento, aprovechando al máximo las posibilidades que nos daba la localización, pero siempre fiel a la historia a contar. Permitimos hacerle hueco a la inspiración cuando llegaba y no negarle la entrada por el hecho de seguir un planing de rodaje establecido. Pienso que Dani en este corto fue más poeta que cineasta.

5. ¿Cómo se experimenta el cine leve desde la perspectiva del actor?

En un cortometraje es bastante difícil desarrollar un personaje con una precisa curva de acción dramática. En algún blog leí que el trabajo del actor en el cine leve partía tan de sí mismo, que no existía la construcción del personaje. Evidentemente sí que hay personajes, son vivencias que no son tuyas (o sí, porque “Madrid sin ti” -Daniel León Lacave, 2010- coge como punto de arranque un poema mío muy personal, y hago de mí mismo), pero de alguna forma resulta difícil construir algo con mucho matiz porque dispones de poco tiempo fílmico para desarrollarlo. El actor está más al servicio de la historia que al revés. Pero esto en general creo que pasa con todos los cortometrajes, sea cual sea su filosofía o género.

Algunos personajes de Daniel son muy delicados porque son un reflejo mismo de su persona y sus vivencias. Quiero que sean lo más “puros” posibles, porque creo que la historia en general que el quiere expresar y contar está por encima de personajes. Esto no quiere decir que no haya libertad creativa o que los personajes no puedan tener ciertas formas que se alejen de mí. En “Una puta crítica” (2012) también de Daniel León Lacave, me desmarco de mi para meterme un poco más en ese personaje director de cine incomprendido que recurre a una prostituta para poder enseñarle su último trabajo a alguien. En “Mirando hacia atrás” hay un matiz del personaje que no tiene nada que ver conmigo, que es el ser padre, por lo tanto si hay un rasgo diferenciador. En definitiva, la libertad es grande para crear algo nuevo o para que tu mismo te acoples a la historia. Al menos con Dani esa libertad siempre está ahí.

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6. En 2010 te mudaste a Madrid en busca de tu futuro como actor, ¿qué diferencias has encontrado entre Canarias y la capital?

Siendo sinceros, yo me vine a Madrid justo un año después de terminar la carrera de Arte Dramático (YO SOY ESCUELA DE ACTORES DE CANARIAS), año que aproveché en terminar mi otra carrera (Geografía). Ese año estuve totalmente desconectado de la interpretación, salvo dos cortometrajes. No pude saborear lo que se cuece en las Islas después de haber acabado Arte Dramático. Por motivos también personales decidí “huir” nada más terminar mis estudios de Geografía. En Madrid evidentemente se palpa una diferencia notable en cuanto que es un gran núcleo de atracción para más actores, la industria cinematográfica española mayormente está aquí, el teatro igual. En definitiva, en Madrid están las oportunidades, aunque también hay muchísima más competencia.

Al llegar te intentas hacer a la ciudad, buscar una casa, un trabajo y cuando te das cuenta han pasado dos años (como en mi caso) y sólo te han salido casting para hacer publicidad, y algún personaje episódico en alguna serie. Yo digo que estuve dos años aterrizando, luego tomé conciencia del tiempo y de mis prioridades. Te das cuenta de que nadie te va a sacar las castañas del fuego, que eres tú quien tienes que hacer tu carrera, aunque parezca un tópico. Por suerte o por desgracia esta profesión está muy ligada a lo de “tener contactos”, lectura positiva de aquello de “tener enchufe”. Evidentemente el movimiento genera movimiento, conoces a más gente y nunca se sabe dónde puede estar tu oportunidad. Si no te ven, no te conocen.

De todo este impulso nace “El duelo” y “El salto” y lo que tenga que estar al llegar. La cosa está difícil, la crisis nos afecta a todos, y aún así emprendes proyectos y comprometes tu bolsillo y el de los demás. Sea en Madrid o en Canarias, el impulso del trabajo tiene que salir de uno mismo. Yo reconozco que a veces me diluyo en mis fantasías y me vienen bien los estímulos externos para ponerme las pilas; que me pongan en situación y me coloquen los pies en la tierra, pero no todo depende de nosotros.

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7. Pese a la distancia has seguido rodando con Daniel León Lacave, ¿cómo son esos rodajes fugaces en Madrid?

Pues sobre todo y ante todo, entre amigos. Para Dani, rodar es una droga, y el venir a Madrid siempre es una escapada. Aprovechar el momento y disfrutarlo, nada de presiones. El equipo siempre es el indispensable, alguna vez hemos sido hasta cuatro personas (y dos éramos los actores). Dani ha pasado de rodar cortometrajes a nivel de industria (“Autorretrato”, “Hanna, después del tiempo” o “Los pechos de Paula”) y mover a muchísima gente, a rodar con tres duros y cuatro amigos con esto del cine leve. Las historias pueden ser igual de potentes con una filosofía u otra, pero con esto del “Cine Leve” o al menos con Dani, es un acto de amistad. Hay gente que decide irse a tomarse unas cañas a La Latina, pues nosotros nos hemos ido a El Retiro o al metro a rodar un corto. Y siempre como terapia y no como un problema a resolver.

Aunque es verdad que una vez nos vimos “negros” en cuanto a presiones. La penúltima vez, queríamos rizar el rizo y rodar dos cortos en un fin de semana, pero a última hora se nos calló una actriz que iba a estar en los dos cortos. Ante esta tesitura de no rodar se le avisó al otro actor que formaba parte del elenco de uno de los dos cortometrajes para decirle que no había rodaje. A su vez por otro lado, pudimos conseguirle una sustituta a la actriz, pero ya le habíamos dicho al actor que no rodábamos. Total, que uno de los dos cortos si lo pudimos “salvar” con la nueva actriz, pero el otro se nos seguía quedando cojo. Pero Dani en un “plis” se sacó de la manga otra historia de dos personajes, aunque seguro que ya era algo que le venía rondando en la cabeza porque, a decir verdad, era una historia muy particular y personal con sus “batallas” en esto del cine. De ahí salieron “Angeles” (otro de mis favoritos de Daniel, con Penélope Acín y Mery Rivero) y “Una puta crítica” (también con Penélope Acín) donde más que rodar, nos divertimos.

8. También has hecho tus pinitos como director. ¿Qué se siente al estar detrás de la cámara?

Pues más nervios que delante. Aquí eres tu la cabeza pensante, el que debe tenerlo todo claro, el de la sangre fría si las cosas se complican. No me veo ni mucho menos como un líder, pero es verdad que eres, en ese momento, la cabeza visible, y si flaqueas en el rodaje en cuánto a la claridad de ideas la gente se te puede venir abajo. Y luego, una vez proyectas tu trabajo, evidentemente eres el centro de las críticas, buenas y/o malas. Y aunque haya gente que diga que no, las críticas son una prueba de fuego, estás más pendiente de ellas. Todos nos acostamos un poco más cómodos cuando nos han dado palmaditas en la espalda, y más incómodos cuando nos hemos llevado los cachetones. He rodado dos cortometrajes “Basado en alguna historia real” (2006) y “El duelo” (2012). El primero fue un poco por la curiosidad de dirigir algo, se me apetecía probar eso de “ser director de cine como Steven Spielberg”, y hacía ya algunos años que pretendía rodar. El segundo fue una necesidad como actor, aunque también quería dirigirlo. Digo necesidad como actor porque en este caso nadie te va a llamar para contar la historia que tú quisieras contar, y mucho menos como tú quieres contarla y como tú mismo de protagonista. Es verdad que en algún momento flaqueé en la idea de también interpretarlo, pero me dije “¡qué coño! No voy a gastar una bala rodando mi historia y no interpretarla yo”. Al fin y al cabo cuando escribí “El duelo” estaba pensando en mi para interpretarlo también.

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9. En estos trabajos has duplicado labor, encargándote también de interpretar algún papel. ¿Es difícil dirigirse a uno mismo?

Realmente sólo lo he hecho en “El duelo”. En “Basado en alguna historia real” no daba el perfil para el personaje masculino. Y sí, es difícil, tienes que delegar en tu ayudante de dirección, no puedes estar en los dos sitios, no puedes estar preparando el plano y planteándote como actor las circunstancias dadas del personaje y de dónde viene el mismo. Aunque Daniel León Lacave y Helena Vega, hicieron su trabajo a la perfección. Cuando terminamos de rodar me dije que no lo haría más, porque no dejas de estar en los dos sitios y a medias. Pero salvo que encuentre a alguien que quiera dirigir mis historias y contar conmigo de protagonista, creo que volveré a repetir.

10. Recientemente te has involucrado en un nuevo proyecto llamado “El Salto”, ¿qué nos puedes contar de él?

Pues en este impulso de retomar mis prioridades en Madrid se me ocurrió montar una obra de teatro. Desde que salí de la Escuela no había hecho teatro y particularmente se me apetecía retomarlo. Hace un tiempo había visto la puesta en escena de un texto de Luis O´Malley (un todoterreno también salido de la Escuela de Actores de Canarias) en Gran Canaria que me había encantado. Le comenté si cabía la posibilidad de que me cediera ese texto y alguno más para poder montar algo aquí en Madrid, y él encantado. Luego contacté con Paula Saavedra e Imanol Suárez (más EAC) y les propuse mi intención de llevarlo a cabo, se subieron al carro. Imanol terminó de escribir un hilo conductor para las historias de Luis, que luego fue llamado “El Salto”. Conforme avanzamos tuvimos un contratiempo porque a Paula le salieron otros compromisos y tuvo que abandonar. Imanol, como director, enseguida pensó en Beatriz Ayala, actriz con la que ya habíamos trabajado y en un abrir y cerrar de ojos ya se había adaptado a la propuesta que teníamos. Era un gran reto para mi, en lo personal y profesional, primero por intentar llevar a cabo y sacar hacia adelante un espectáculo a nivel profesional por nuestra propia cuenta, y ya luego como actor, dar vida a tres personajes diferentes, con sus matices y sus cosas. Fueron dos o tres meses de ensayos por las mañanas, trabajo “normal” por la tarde, y estudiar texto de madrugada, apenas dormía, pero valió la pena. Estrenamos en la sala Nudo y tuvimos unas cuántas funciones por allí.

“El Salto” es una comedia bañada de pequeños dramas cotidianos y protagonizada por unos personajes desesperados cuyo único deseo es algo que algunos niegan: mantener la ilusión. De estos textos nos resultó especialmente interesante la posibilidad de explorar una visión positiva de la vida en el contexto de sufrimiento generalizado que padecemos. Ahora estamos ultimando el material audiovisual de estos días de función para poder seguir moviéndolo por las salas de Madrid y ojalá que pudiésemos llegar a Canarias. Si algún programador de sala en Canarias lee esto, ya saben...

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11. El 5 de marzo en CICCA y el 7 de Marzo en TEA se presenta “Mirando Hacia Atrás”, tu nuevo cortometraje a las órdenes de León Lacave. ¿qué nos puedes adelantar de este trabajo? ¿Cómo fue el rodaje?

Pues “Mirando hacia atrás” nos cuenta la historia de unos padres separados y su nexo, su hijo. La difícil tarea de la cordialidad cuando se tiene en común lo que más puedes querer en tu vida con alguien que ya forma parte de tu pasado, los reproches a media voz y el vacío de intenciones en un “Hola, ¿qué tal?”.

Rodamos en Madrid con Penélope Acín y Victor León. En El Retiro para no alterar el ritual de un rodaje en Madrid. Lo rodamos en una mañana tan fría que creo que ese día los patos del estanque los cambiaron por pingüinos. Como siempre equipo reducido y buen ambiente, aunque esta vez contamos con la dirección de actores (Emma Álvarez) que nos aportó un punto de vista más sobre la lectura de intenciones de un guión muy personal. Esperemos que guste tanto en una isla como en otra.

12. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Pues a parte del estreno de “Mirando hacia atrás”, queda pendiente también el estreno de otro cortometraje rodado en Gran Canaria, “De elixires y venenos” (2012) de Helena Vega y Francisco Marrero. En breve, también empezaré a rodar un cortometraje en Madrid con guión y dirección de Neftalí Diaz y con un elenco al completo salido de la Escuela de Actores de Canarias, tanto de la sede de Tenerife como la de Gran Canaria. Continuar saltando con “El Salto”. Y desarrollar un proyecto que una cinematográficamente Gran Canaria y Tenerife, pero que aún está en fase embrionaria, por lo tanto hasta aquí puedo escribir...

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