jueves, 18 de noviembre de 2010

“LOS OTROS DOS”. LA EXTRAÑA PAREJA.

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INTRODUCCIÓN

“Los Otros Dos” nace con la intención de darle la vuelta al ya muy manido género de las películas de colegas, especialmente la moda establecida con películas como “Límite 48 Horas” o “Arma Letal” a mediados de los 80, siendo sobreexplotada hasta la extenuación durante los 90. No se trata de la primera en intentarlo, y de hecho, el propio género ya se encargó de parodiarse a sí mismo a medida que la exageración y las situaciones imposibles iban imperando en un intento burdo de seguir sorprendiendo al espectador. Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuál es realmente la novedad de “Los Otros Dos”? Pues básicamente el hecho de que sus dos protagonistas equivalen a los cientos de secundarios que siempre se encargaban del ingrato trabajo de oficina mientras los verdaderos héroes estaban en la calle atrapando a los villanos.

ARMAS LETALES DE JUGUETE

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Hay varios elementos básicos en cualquier película de colegas. El principal es aunar a dos personajes de características opuestas o, al menos, a primera vista irreconciliables. La necesidad y el roce harán que poco a poco ambos vayan acercando posturas, hasta ser indivisibles. Aquí el juego se presenta entre el ordenado, pulcro y políticamente correcto Allen Gamble (versión WASP del sargento Murtaugh pasado por el tamiz habitual del humor de Will Ferrell) y el irascible y traumatizado Terry Hoitz (a medio camino entre los papeles habituales del actor que lo interpreta, Mark Wahlberg, y Martin Riggs). Ambos héroes deben convertirse en unos rebeldes, capaces de transgredir los parámetros de la ley para hacer justicia. En este caso, se trata efectivamente de dos parias del departamento, relegados a tareas de oficina (uno por decisión propia, otro como medida preventiva tras un caso de agresión a una celebridad).

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Ambos buscan ganarse el respeto de sus compañeros, pero básicamente nadie les toma en serio. Mientras que en las películas de colegas el villano solía ser algún traficante engreído, un político o empresario corrupto, o algún maníaco asesino, aquí la película toma como punto de partida el tema de la crisis financiera y los malos son empresarios que buscan sacar tajada económica de los planes de recuperación económica para grandes multinacionales del gobierno. Por último, “Los Otros Dos” busca parodiar también el tipo de lenguaje de estas películas. Así, todos los policías hablan de manera agresiva, haciendo chistes burdos sobre la masculinidad de sus compañeros o la promiscuidad sexual/frigidez de sus mujeres. Todo ello como si hubiese salido de la pluma de un Shane Black (“Arma Letal”, “El Último Boy Scout”, “El Último Gran Héroe”, “Memoria Letal”, “Kiss Kiss Bang Bang”) en horas bajas.

ADAM McKAY Y WILL FERREL. FUNNY OR DIE

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Pese a lo que pueda parecer, los verdaderos colegas de la película no son sus dos protagonistas, sino Will Ferrell y el director Adam McKay. Ambos se conocen desde sus inicios en el programa de humor “Saturday Night Live” y, posteriormente, McKay ha dirigido algunos títulos de la filmografía de Ferrell como “El Reportero” (una de las cintas más divertidas del humorista, todo hay que decirlo), “Pasados de Vueltas” o “Hermanos por Pelotas”. Juntos son también los responsable de un sitio web de humor de gran éxito llamado “Funny or Die”, donde celebridades de Hollywood se prestan para rodar sketches de humor absurdo. Es en estos pequeños trabajos donde podemos encontrar una mayor prueba del estilo de comedia gamberro y cáustico de estos dos artistas. Ambos cuentan con un sentido del humor muy peculiar que no resulta del agrado para todo tipo de públicos, sin embargo, en su estilo, McKay y Ferrell son una engrasada máquina de gags.

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El problema surge cuando se intenta trasladar ese mismo modelo, que funciona a la perfección en forma de píldoras, a la duración de un largometraje. Lo que a priori puede resultar un punto de partida prometedor y sorprendente, sufre un paulatino desgaste en la historia una vez ya se ha explotado el chiste, diluyéndose la comicidad a medida que avanza la película. Eso es precisamente lo que sucede con “Los Otros Dos”. Los primeros 20 minutos de película son los más divertidos de todo el metraje, a continuación el guión empieza a dar tumbos, dando una sensación de relleno y dispersión para cumplir con la duración estándar de un largometraje. En este largo deambular hasta los títulos de crédito finales, podemos encontrar algunas secuencias más afortunadas que otras (particularmente divertidas son las secuencias Highsmith y Danson, el flashback con la otra personalidad de Gamble, el proxeneta Gator, o la noche de borrachera de nuestros dos antihéroes), sin embargo, una vez superado ese arranque inicial, la película está irremediablemente herida de muerte.

MARK WAHLBERG. EL HOMBRE SIN GRACIA

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A esto hay que sumarle otro importante hándicap, la poca gracia que tiene Mark Wahlberg como actor cómico. Previamente ya lo habíamos podido ver en alguna otra comedia, pero siempre en papeles muy secundarios, donde la resolución del gag no dependía de él. A nivel de casting, la elección de Wahlberg puede parecer apropiada, permitiéndole parodiar sus personajes en títulos como “The Corruptor”, “Inflitrados” o “La Noche es Nuestra”, pero en la pantalla este propósito no funciona. No sólo menoscaba algunas de las situaciones humorísticas en la que él es el máximo responsable, también adolece de una total falta de química con su compañero de reparto, más desenvuelto en el género y que, en muchas ocasiones, debe aminorar el ritmo para ayudar a su principiante compañero a completar la escena. Pese a su nominación al Oscar (por “Inflitrados”, donde resultaba incluso más gracioso que en esta comedia), no podemos decir que Mark Wahlberg sea un paradigma de la interpretación, sin embargo, en “Los Otros Dos” está completamente fuera de lugar y, como suele decirse, los espectadores podemos oler su miedo (a no hacer las cosas bien, a no resultar gracioso).

OTROS SECUNDARIOS

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Como suele ser habitual en las comedias de Will Ferrell, “Los Otros Dos” basa parte de su gancho comercial también en la presencia de algunos rostros conocidos, en ocasiones estrellas de la industria que aprovechan la oportunidad para parodiar el tipo de papeles en los que Hollywood les tiene encasillados, pero también amigos y colaboradores habituales del director Adam McKay y el actor que siempre participan en papeles secundarios. En este caso la aparición más destacada es la de Samuel L. Jackson y Dwayne “The Rock” Johnson como Highsmith y Danson, los dos polis superestrella alrededor de los cuales se genera un verdadero pandemónium cada vez que salen a la caza de criminales. Más que en la figura de los dos protagonistas es en estos dos actores habituales del género de acción donde encontramos la verdadera parodia a las películas de colegas. Su corto paso por la película ofrece algunos de los momentos más tronchantes.

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Destaca también la presencia de Eva Mendes, no porque su papel sea especialmente interesante, sino precisamente por la capacidad que muestra la actriz para reírse de su habitual rol de mujer florero en otro tipo de películas. Realmente hubiese sido interesante haberle dado más protagonismo en la historia, ya que si, como comentábamos antes, a Mark Wahlberg parece que hay que darle empujones para que saque su personaje adelante, con Mendes da la impresión de que se está conteniendo en sus escenas para no acaparar más protagonismo del que le corresponde. La actriz ha aprovechado este papel para involucrarse también en sketches de “Funny or Die” como el divertidísimo “Eva Mendes Sex Tape”. Esperemos que esto sirva de acicate para que siga desarrollando esta faceta humorística, mucho más estimulante que su paso por comedietas románticas tipo “Hitch. Especialista en Ligues” o “The Women” o productos vergonzosos como “El Motorista Fantasma” o “The Spirit”.

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Junto a estos encontramos una extensa lista de secundarios que completan el reparto de la película. Para el papel del villano, se escogió a Steve Coogan, cómico británico en la misma línea de Ferrell y compañía, visto en títulos como la última versión de “La Vuelta al Mundo en 80 Días”, “Noche en el Museo” o “Tropic Thunder”. Compartiendo villanías está una discreta Anne Heche, quien parece haber dejado muy atrás su época de fama, redirigiendo su carrera actual más al campo de la televisión con series como “Men in Trees” o “Hung”. Cierra el bando de los antagonistas Ray Stevenson, el Tito Pullo de la serie “Roma” y última encarnación hasta la fecha del héroe de la Marel “El Castigador”, quien se mantiene imperturbable en su papel de matón.

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Por otro lado, dentro de los compañeros del departamento de policía encontramos un avejentado Michael Keaton, que levanta algunas risas con su papel de comisario pluriempleado en una macro tienda de electrodomésticos, o la pareja formada por Rob Riggle (colaborador habitual de Funny or Die y otras películas de Will Ferrell) y Damon Wayans Jr. (la nueva generación del clan Wayans, creadores de comedias como las dos primeras “Scary Movie”, “Dos Rubias de Pelo en Pecho” o “Pequeño pero Matón”), principal competencia de los dos protagonistas por el puesto de nuevos superpolicías de la ciudad.

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Por último, si tenemos el ojo avizor, podremos identificar algunos cameos. El más extenso es el del jugador de baseball Derek Jeter, pero también a lo largo del metraje nos cruzamos con rostros conocidos como las actrices Brooke Shields (casualmente, mujer de uno de los guionistas de la película) o Rosie Perez o el humorista Tracy Morgan.

CONCLUSIÓN

“Los Otros Dos” se suma por lo tanto a la fecunda filmografía de comedias absurdas de Will Ferrell, marcándose un buen tanto en la taquilla norteamericana (fue la encargada este verano de desbancar del primer puesto a “Origen” de Christopher Nolan), aunque su llegada a España ha sido un tanto fría, no superando en su primer fin de semana el cuarto puesto de recaudación. No será uno de los títulos a reseñar de este humorista, pero puede resultar divertida para sus fans y aficionados a este tipo de comedia gruesa y paródica. Eso sí, recomendamos fervientemente prestar atención a los títulos créditos finales si no quieren perderse lo mejor de la película.

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