1. INTRODUCCIÓN
Con un arranque que recuerda a una versión hipervitaminada y supermineralizada del cine de Alfred Hitchcock (una joven normal y corriente se ve atrapada sin comerlo ni beberlo en una trama de espionaje internacional que pone en peligro su vida), “Noche y Día” se presenta como una nueva apuesta del cine de Hollywood por un tipo de comedia romántica de acción, rodada en diferentes localizaciones del globo (Estados Unidos, España, Austria, Jamaica), protagonizada por dos grandes estrellas (Tom Cruise y Cameron Diaz), acompañados por secundarios de peso (actores con múltiples nominaciones y premios a sus espaldas como Peter Sarsgaard, Viola Davis, Paul Dano o Jordi Mollá), dirigida por un realizador de prestigio (James Mangold, autor de las premiadas “Inocencia Interrumpida” y “En la Cuerda Floja”) y rebosante de explosiones y efectos especiales. Con estos ingredientes nada puede salir mal ¿o sí?
2. CRUISE, TOM CRUISE
“Noche y Día” es, ante todo, un producto para el lucimiento de su principal estrella, Tom Cruise, un actor de larga trayectoria de éxitos en Hollywood pero que desde el estreno de “Misión Imposible III” en 2006 ha visto como su carrera ha ido haciendo aguas de manera alarmante. De hecho, el guión atravesó diferentes etapas hasta acomodarse a las necesidades de Cruise, quien abogaba más por un tono de comedia para distanciar la cinta de sus otras aventuras de acción y espionaje como Ethan Hunt. Lo que sí tenía claro el actor era que, tras las insuficientes recaudaciones de “Leones por Corderos” y “Valkyria” (a “Tropic Thunder” le fue mucho mejor en taquilla, pero su participación era más escueta y escondida bajo un espeso maquillaje), necesitaba el espaldarazo de un gran éxito comercial para reconducir su carrera. Tras estudiar proyectos como “Edwin A. Salt” (que finalmente recayó en manos de Angelina Jolie, provocando el cambio de sexo del personaje protagonista) y “The Tourist” (remake de la cinta de suspense francesa “El Secreto de Anthony Zimmer”, heredando el papel principal Johnnie Depp, con, una vez más, Angelina Jolie en el apartado femenino), finalmente Cruise decidió involucrarse con “Wichita” (título original de “Noche y Día”, donde se subrayaba el lugar donde comenzaba la acción), una vez estos cambios solicitados por él fueron efectuados.
3. EL REPARTO
En la cinta, Cruise interpreta a Roy Miller, un espía aparentemente trastornado, que en su huida de los agentes de su propia agencia, involucra en la acción a June Havens, una inocente pasajera de la que, al mismo tiempo, cae rápidamente prendado. La ingenua June se verá arrastrada por medio mundo, sin terminar de saber si Roy realmente ha perdido el juicio, o si sus propios compañeros le han tendido una trampa. Durante la primera mitad de película, Cruise se esfuerza en desasociar su personaje con el Ethan Hunt de “Misión Imposible”. Mientras Hunt es ordenado, cerebral, responsable y, en ocasiones un tanto torturado por las implicaciones que su trabajo provoca en la vida de los que están a su alrededor, Miller es caótico, improvisador, charlatán y, aparentemente, indiferente al modo en que sus acciones repercuten en el día a día de otras personas (especialmente June).
Por otro lado, para la protagonista femenina se contó con la presencia de Cameron Diaz, una actriz que ya había coincidido con Cruise años atrás en “Vanilla Sky” (el remake estadounidense de “Abre los Ojos”). Diaz aporta a su personaje cierta frescura e inocencia con el fin de hacer creíble que June se deje llevar de manera tan sencilla por todo lo que le cuenta Roy. En cierta forma, la actriz hace suyo el personaje y le aporta la “marca de la casa”, con aspectos que recuerdan a otros personajes clave en la carrera de la actriz, como “La Boda de mi Mejor Amigo”, “Algo Pasa con Mary” o “Los Ángeles de Charlie”.
Precisamente, si bien, más allá de la historia o la acción, la película se ampara de manera especial en la química entre los dos actores, llama la atención el tono juvenil que estos quieren aportar a sus personajes. En lo que se refiere no sólo a su vestuario y apariencia física, sino también en sus actitudes un tanto inmaduras, se trata de dos papeles que ambos podían haber interpretado perfectamente hace 10 ó 15 años, con la diferencia de que ya los cuerpos no son los que eran. Ambos, se mantienen en buena forma física (especialmente Cruise, quien, como es habitual en él, se hace cargo de la mayor parte de sus escenas de riesgo), pero es difícil esconder los efectos de la edad (sobre todo en Cameron Diaz, quien apunta a que va a ser una actriz que envejecerá rápido y mal en el cine).
Para acompañar a las dos estrellas se escogió a un heterogéneo grupo de actores, solventes, pero no lo suficientemente conocidos como para hacer sombra a las estrellas del show. Peter Sarsgaard es un joven actor que ha tenido sus mayores logros dentro del cine independiente (“Boys Don’t Cry”, “Kinsey” o “Una Educación”), pero no ha sido tan afortunado en títulos comerciales (“La Llave del Mal”, “Flightplan”). Viola Davis es una reciente revelación. Su papel en “La Duda” le ofreció la posibilidad de plantar cara, interpretativamente hablando, ni más ni menos que a Meryl Streep (siendo premiada por su labor con una nominación al Oscar), sin embargo, los papeles que ha realizado posteriormente (“La Sombra del Poder”, “Un ciudadano Ejemplar”) han sido muy secundarios y poco lucidos. Mejor trayectoria lleva Paul Dano, un joven actor que, a pesar de su juventud, tiene tras de sí una muy destacada filmografía con excelentes interpretaciones (“Pequeña Miss Sunshine”, “Fast Food Nation”, “Pozos de Ambición”, “The Good Heart”). Finalmente, Jordi Mollá repite de nuevo arquetipo de narcotraficante en Hollywood tras “Blow” y “Dos Policías Rebeldes II”. En general, ninguno de ellos cuenta con papeles especialmente desarrollados y el poco interés que puedan generar en el espectador viene determinado principalmente por la labor de los intérpretes más que por el guión en sí mismo.
4. EL DIRECTOR
En lo referente al director, James Mangold, nos encontramos ante un buen artesano de Hollywood, con ciertas ínfulas de autor. Con una puesta en escena clásica, pero, por regla general, con garra, y habituado a dejar bastante espacio a los personajes de sus historias, ha tenido hasta la fecha dos momentos de gloria en su filmografía gracias a “Inocencia Interrumpida” y “En la Cuerda Floja”, aunque también cuenta con algún punto negro en su filmografía (“Kate & Leopold”). Su anterior película fue “El tren de las 3.10”, una cinta que no obtuvo un gran éxito comercial, pese a ofrecer un western de primer orden protagonizado por dos reclamos para la taquilla como Russell Crowe y Christian Bale.
“Noche y Día” se trata claramente de un producto de encargo, donde la función del director es componer una narrativa de empaque atractivo y contundente en pantalla, recreándose especialmente en las dos estrellas protagonistas. Conocedor de este requerimiento, Mangold se dedica todo el metraje a cumplir con oficio, aunque no con especial arte. De este modo su trabajo resulta aparente, pero bastante impersonal.
5. LOCALIZACIONES
Pese a todo ese esfuerzo que hemos comentado por dar una imagen propia a la película, para que no se confunda con una nueva entrega de “Misión Imposible”, hay elementos que son ineludiblemente comunes. Uno de ellos es la necesidad de localizar la acción en escenarios variopintos y atractivos. Para ello, se hizo que la acción fuera alternando en diferentes localizaciones, empezando en terreno estadounidense para después concretar algunos de los momentos determinantes de la acción en terreno europeo. Esto permite dar un cierto exotismo a la aventura y subrayar los elementos de espionaje de la trama. En este sentido, chapeau al equipo de la película porque han hecho un trabajo encomiable encontrando todo tipo de escenarios acordes a los giros de la historia, que posteriormente han sido magníficamente fotografiadas por Phedon Papamichael (habitual en las películas de Mangold), quien ha sabido sacar de ellas una deliciosa luminosidad.
En lo que a nosotros nos toca más de cerca, el momento climático de la película tiene lugar en Sevilla, sacando partido a las características de la ciudad y sobre todo a su arquitectura árabe. Mención aparte se merece la tan cacareada confusión cultural. Si en “Misión Imposible II” Cruise confundía la Semana Santa con las Fallas de Valencia, aquí sitúa los encierros de Pamplona en las calles de Sevilla. Más allá de la “ofensa” que esto pueda suponer para algunos esto debería servirnos para cuestionarnos otros aspectos: ¿cuántas erratas culturales nos tragamos de otras películas ambientadas en países ajenos porque desconocemos la cultura del lugar?, ¿quién es más culpable, el extranjero que desconoce estos elementos o las autoridades locales que prefieren hacer la vista gorda para aprovechar la promoción internacional que supone el rodaje en su ciudad de una producción de estas características? En cualquier caso, no creemos que un error de esta característica suponga un verdadero demérito para la película, al fin y al cabo, en este tipo de producciones, lo que cuenta es el artificio y el desarrollo de la acción seguiría siendo el mismo tanto localizándola en Pamplona como en Sevilla.
6. HUMOR Y ACCIÓN
Como decíamos, la película ha sido preparada para ser una combinación de acción y humor. Esta mezcla funciona mejor en la primera mitad de la película, donde la puesta en escena de Mangold se luce en escenas de acción como la pelea en el avión o la persecución por la autopista, al mismo tiempo que la peculiar personalidad de Roy Miller sirve para quitar hierro a la historia y convertirla más en una fantasía ligera y desproporcionada. Esto ayuda a que el espectador acepte mejor lo inverosímil de la historia y se deje llevar por el dinamismo de las secuencias. El problema es que este tono despreocupado de la película no es consistente y, una vez llegamos al ecuador de la cinta, concretamente tras el paso de los personajes por Austria, de pronto la historia adquiere un enfoque más solemne y serio y el personaje de Cruise cambia completamente de registro, convirtiéndose en aquello que no se pretendía que fuera, Ethan Hunt. La acción sigue estando bien construida (aunque el uso de CGI, sobre todo en la persecución en Sevilla, afea un poco la acción física), pero ahora los excesos no pueden ampararse en el carácter caricaturesco y desproporcionado de la comedia, por lo que el grado de suspensión de incredulidad del espectador debe ser mayor y el desenlace resulta ya injustificable y extravagante.
7. JOHN POWELL
El apartado musical de la película ha sido responsabilidad de John Powell, uno de los compositores estrella del nuevo cine de acción de Hollywood. En esta ocasión, Powell abandona momentáneamente el estilo marcado por la trilogía de Jason Bourne para ofrecer una partitura más en la línea de su trabajo para “Sr y Sra. Smith”. De esta recupera su sonoridad latina, representando a la pareja protagonista con un tema principal en el que fusiona el tango y el funk con un ritmo hiperacelerado.
El resultado es una partitura dinámica, entretenida y efectiva, que subraya a la perfección la acción de la película, realzando los momentos más espectaculares de la imagen, en especial en la secuencia de persecución por Sevilla, donde a los elementos anteriores se une el uso del flamenco a través de zapateados, guitarras española y palmas que van marcando el ritmo de la acción. En su contra podemos decir que el trabajo de Powell, más allá de su rotunda fuerza y sonoridad, no resulta tan innovador como en películas anteriores, pero también es verdad que tampoco la película vale el esfuerzo.
8. CONCLUSIÓN
“Noche y Día” es una película deficiente, debido en gran parte por los continuos cambios sufridos durante su proceso de creación, que la han convertido en una cinta ambivalente, sin un rumbo fijo. Eso no quiere decir que esté carente de interés o que a un nivel no especialmente exigente, no pueda resultar un entretenimiento ligero para estas fechas veraniegas, pero sí que, a nivel artístico y comercial, ha quedado muy por debajo de las aspiraciones de sus creadores.
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