El documental “I Am Your Father” nace
con la intención de hacer justicia a la figura del actor David Prowse, el
hombre bajo el disfraz de Darth Vader en la primera trilogía de “Star Wars”. El
que encarnara a uno de los villanos más célebres de la historia del cine vio
como su labor era silenciada y escondida, silenciada porque se sustituyó su voz
por la de James Earl Jones y escondida porque cuando finalmente se iba a ver su
rostro en pantalla al final de “El Retorno del Jedi”, George Lucas decidió
sustituirle por otro actor más veterano, Sebastian Shaw. Desde el principio,
David Prowse fue una figura incómoda en el universo galáctico de George Lucas.
El otrora culturista y actor de películas de la Hammer tenía unas ansías de
notoriedad que le llevaron a concertar entrevistas por su cuenta, sin contar
con el equipo de comunicación de las películas, y desvelando detalles de la
producción sin autorización de la productora. Cuando poco antes del estreno de
“El Retorno del Jedi” alguien desveló el destino final de Darth Vader a la
prensa, coincidiendo con una entrevista a Prowse, Lucas responsabilizó al actor
de la filtración y desde entonces se le ha vetado participar en cualquier
evento oficial de la saga.
“I’m Your Father” trabaja a
diferentes niveles. Por un lado, establece la importancia de Darth Vader y
otros villanos míticos del cine, cuyos actores trabajaron con un maquillaje o
una máscara que les hacía irreconocibles; repasa la carrera profesional de
Prowse; trata de redimir al actor, investigando el origen de la filtración y
reproduciendo la mítica escena final con Prowse nuevamente en el papel; y,
finalmente, recoge el vínculo especial entre uno de los directores, Marcos
Cabotá, con la saga y en especial con el personaje de Vader. Para ello recoge
testimonios de profesionales íntimamente vinculados a la saga de “Star Wars”
(como Kenny Baker, Ben Burtt, Gary Kurtz o Robert Watts), fans de las películas
(muchos entrevistados durante diferentes convenciones de ciencia ficción o
fantasía, otros pertenecientes de alguna manera al sector audiovisual como
Manuel Velasco), personas cercanas a la vida de Prowse (como su hijo o el
culturista Lou Ferrigno) y críticos de cine o estudiosos de la franquicia. Se
trata de un documental modesto, rodado con poco dinero (recaudado en parte
gracias a una campaña de crowdfunding), y aprovechando en muchas ocasiones la
presencia de los entrevistados en diferentes eventos o congresos.
Dadas las características hay que
alabar el trabajo realizado y los resultados obtenidos. La cinta tiene un
discurso claro, bien documentado, con declaraciones importantes de personas
involucradas en el conflicto y, sobre todo, ejerce una loable labor de
reivindicación de su personaje protagonista. Sin embargo, como muchos
documentales biográficos o centrados en la figura de un personaje importante,
se carga demasiado las tintas en un tono hagiográfico y tendencioso. Nadie
niega que Lucasfilm haya actuado de manera desleal con David Prowse, y la forma
en que George Lucas lo relegó en las películas, grabando secuencias sin contar
con él y escamoteándole el momento de lucimiento final cuando Luke le retira el
casco a su padre, es una gran injusticia. Sin embargo, por otro lado, el
documental obvia o pasa de puntillas por las sombras de su protagonista como,
por ejemplo, su afán de protagonismo y su comportamiento violento en ocasiones,
que precisamente fueron parte importante en la decisión de la productora de
denominarlo persona non grata. Hay
además dos importantes carencias, de las que no podemos responsabilizar a los
creadores del festival (en ambos casos se debe a una negativa de Lucasfilm a
participar en el documental), pero que suponen que nos encontremos ante una
obra incompleta. Por un lado, la ausencia de una entrevista a George Lucas
(denegada por él mismo), y por otro, la imposibilidad de mostrar esa recreación
de la muerte de Vader, que al fin y al cabo es lo que se presenta como excusa
para construir el documental.
A pesar de esto, seguimos
encontrándonos con una obra interesante, que rescata para el recuerdo a un
actor cuya importancia en la saga ha sido ignorada durante casi 40 años, y que
supone también un emotivo homenaje a uno de los personajes clave del cine
moderno. Los fans de “Star Wars” encontrarán aquí una perspectiva diferente
sobre la franquicia, y el resto del público, una historia oculta sobre el
funcionamiento de la industria de Hollywood y sus bambalinas.
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