El culebrón nazi de Lars Von Trier sigue dando ramalazos. Recordemos que hace algunos meses, durante la presentación en Cannes de su nueva película, “Melancolía”, el cineasta danés hizo una serie de comentarios pro nazis y alabando la figura de Hitler que le valieron la expulsión del evento y la consideración de persona non grata para el festival, vetándolo para futuras ediciones. En aquel momento, el realizador se disculpó por sus comentarios, afirmó que en ningún momento había sido su intención dar validez al nazismo, que no se había expresado correctamente y que todo se había debido a un desafortunado malentendido. Lo cierto es que aquello arruinó las posibilidades de premio de una película que poco antes de la apología nazi de su autor había sido alabada por todos los presentes como la ganadora indiscutible.
Recientemente, se hizo público un poster promocional de la película, en la que se veía al director y, en la esquina superior izquierda, un sello en el que se proclamaba e incluso podríamos decir que se enorgullecía de ser persona non grata en el Festival de Cannes. Una broma bastante desafortunada que ponía en duda la sinceridad de las disculpas del cineasta. Poco después, Trier se desdecía de sus palabras y aseguraba que mantenía su postura de lo dicho en Cannes.
Hace un par de días, el realizador envió un comunicado a los medios anunciando que de ahora en adelante dejaría de asistir a entrevistas y ruedas de prensa. Al parecer el incidente de Cannes ha derivado en acusaciones de justificación de crímenes de guerra por parte de la fiscalía de Grasse. La policía danesa detuvo al cineasta esta semana y le interrogó al respecto, teniendo ahora que afrontar una serie de cargos por sus declaraciones. Debido a esto y a lo que el director define como una “nula habilidad para expresarme de manera inequívoca” ha decidido romper lazos de comunicación con la prensa que puedan malograr los resultados de sus películas. Esta decisión supone un nuevo capítulo en la escarpada carrera de Lars Von Trier, a quien su genialidad como autor cinematográfico siempre ha acompañado la singularidad de una personalidad compulsiva, depresiva y bipolar.
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