martes, 19 de junio de 2012

FIMUCITÉ 6 TRAS LA PISTA DE HENRY MANCINI.

Henry-Mancini
El Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (FIMUCITÉ), que se celebrará entre los días 7 y 14 de julio bajo el patrocinio del Cabildo Insular, el Gobierno de Canarias y los Ayuntamientos de Santa Cruz y Arona, dedicará un concierto homenaje a la figura del compositor Henry Mancini de la mano de la Big Band de Canarias, a cuyo frente se situará el saxofonista Kike Perdomo, el próximo día 10, en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, a partir de las 21.00 horas.
kike perdomo
Henry Mancini se convirtió en una figura singular en el cine durante las décadas de los 60 y 70. Su experiencia en el campo del jazz y su habilidad para dar un enfoque moderno y retentivo a sus partituras para el cine le convirtieron en un músico de referencia en un momento de la historia de la industria de Hollywood en el que los estudios buscaban apartarse del patrón sinfónico y romántico tardío que había imperado en décadas anteriores, durante la época dorada del cine. Mancini se convirtió así en un icono a la hora de establecer ese cambio de tono en las películas, buscando atraer a un nuevo público, aburrido ya de los patrones reiterativos y agotados del Séptimo Arte.
Durante sus años de formación e iniciación musical, Mancini tuvo la oportunidad de trabajar para algunos de los artistas más destacados de la época, realizando arreglos primero para Benny Goodman y posteriormente para Glenn Miller y su orquesta. Tras la Segunda Guerra Mundial se introdujo en el mundo del cine y gran parte de la década de los 50 se la pasó componiendo música para comedias como las protagonizadas por Abbot y Costello y otros títulos de serie B sin aparecer siquiera acreditado. Su experiencia con Glenn Miller le posicionó para encargarse de la adaptación musical de sus temas de cara al biopic “Música y Lágrimas” en 1954, por la que obtuvo su primera nominación a los Oscars.
Este éxito le impulsó dentro de la industria y su nombre empezó a figurar en los títulos de crédito. En esta época, es fundamental su trabajo para la película de Orson Welles “Sed de Mal”, con la que ya marcó su estilo particular desde los mismos títulos de crédito y especialmente en el legendario plano secuencia con el que da inicio la película. Su uso del jazz como elemento musical conductor de la trama fue recibido en la industria como algo refrescante y que se apartaba de los cánones habituales. También sirvió para captar la atención de un joven director y productor llamado Blake Edwards, quien inmediatamente lo solicitó para que se encargara de la música de una serie de televisión que estaba preparando, “Peter Gunn”.
Mancini no sólo desarrollo una de las sintonías más pegadizas de la historia de la televisión para esta producción, sino que además encontró en Edwards a su alma gemela cinematográfica. A partir de este momento, y salvando algunas excepciones, el tándem formado por Mancini y Edwards pasó a convertirse en uno de los más sólidos de la industria, prolongándose durante más de 30 años y 28 películas. A este dúo le debemos títulos míticos como “Días de Vino y Rosas” (por la que recibió un Oscar a la Mejor Canción), “La Carrera del Siglo”, “El Guateque”, “10. La Mujer Perfecta” o “Víctor o Victoria” (que le reportó el último Oscar de su carrera a la mejor Adaptación Musical), todos ellos marcados por esa sensibilidad jazzística del compositor y su habilidad para marcar el timing cómico que necesitaba Edwards para sus espectaculares gags visuales.
Sin embargo, hay dos títulos especialmente destacados de esta relación. El primero es “Desayuno con Diamantes”, deliciosa comedia cuyo tema principal, “Moon River”, ha pasado a convertirse en una de las canciones de cine más legendarias de todos los tiempos. Algo que curiosamente estuvo a punto de no pasar cuando el estudio quiso eliminarla de la película. Esto no sucedió gracias a la intervención de la protagonista de la película, Audrey Hepburn, quien amenazó con abandonar la película si no se respetaba esa canción. Esta anécdota supuso también el nacimiento de otro fuerte vínculo cinematográfico, ya que a partir de ese momento, Mancini pasó a componer la mayor parte de las películas protagonizadas por la actriz, legando maravillosas declaraciones de amor y amistad como son las partituras de “Charada”, “Dos en la Carretera” y “Sola en la Oscuridad”. Nadie supo definir musicalmente a la estrella mejor que Henry Mancini, y el cariño especial del músico por Hepburn se evidenciaba en cada nota de estas bandas sonoras. Regresando a “Desayuno con Diamantes”, la película le reportó al músico sus dos primeros Oscars, en los apartados de Canción Original, compartido con el letrista Johnny Mercer, y Partitura Original.
Otra partitura determinante en la carrera de Henry Mancini, vinculada a su relación con Blake Edwards es “La Pantera Rosa”. La habilidad del compositor para grabar a fuego en la memoria del público sus temas principales llegó a una de sus máximas cotas con el tema principal de esta película, manteniendo el resto de la partitura ese especial cuidado entre el ritmo del gag humorístico con el ritmo musical. Durante 30 años, director y músico siguieron desarrollando las andanzas del torpe Inspector Closeau en diferentes entregas, además de establecerse en la televisión gracias a la serie de animación que directamente tomaba como protagonista al felino rosa creado por Fritz Freleng para los títulos de crédito de la primera película.
Durante la década de los 60, Mancini mantuvo estrechos vínculos profesionales con otros cineastas, como Stanley Donen, para quien compuso “Arabesco” y las ya mencionadas “Charada” y “Dos en la Carretera”, y Howard Hawks, con el que trabajó en “Su Juego Favorito” y “Hatari”. Esta última ha pasado a la posteridad, más que por sus cualidades cinematográficas, por el famoso tema musical, “baby elephant walk”, una composición sencilla y divertida que con el paso del tiempo se ha convertido, junto con “Moon River” y “The Pink Panther Theme” en uno de las composiciones más versionadas por otros artistas del legado de Mancini.
Llegados ya a los 70, Mancini se había convertido ya en uno de los compositores más aclamados por la industria, además de haber logrado un éxito sin precedentes con la venta de las ediciones discográficas de sus bandas sonoras. En un momento en el que aún la música de cine no se había convertido en parte del merchandising de la película, él logró que sus discos entraran directamente en la lista de los más vendidos, además de potenciar su labor concertística junto a su orquesta. Esta década vio también la aparición de nuevas partituras míticas del compositor, destacando especialmente “Los Girasoles”, cinta dirigida por Vittorio de Sica y protagonizada por unos maravillosos Sophia Loren y Marcello Mastroianni, para los que Mancini compuso un tema de amor atemporal.
Por esta época el compositor amplió también su labor en la televisión, concentrándose especialmente en la creación de diversas sintonías que han pasado directamente a la historia de la pequeña pantalla. Uno de los más conocidos es el tema para el programa “Mistery Movie” de la NBC, un espacio contenedor donde se incluían series como “Banacek”, “McMillan y Esposa”, “McCloud”, o “Colombo”. A principios de los 80, su música marcó el pecaminoso romance entre Ralph de Bricassart y Meggie Cleary, los protagonistas de “El Pájaro Espino”. Además, firmó las sintonías de otras inolvidables series de la época como “Remington Steele”, “Hotel” o “Newhart”. Este paso por la televisión reafirmó su popularidad entre el público general en un momento en el que su estilo de música empezaba a ceder terreno al resucitado sinfonismo postromántico.
A finales de los 70, el estreno de películas como “La Guerra de las Galaxias” devolvieron el favor del público hacia el sonido clásico del cine y la preponderancia que había obtenido otras formas musicales como el jazz en décadas anteriores se fue difuminando, obligando a sus compositores a adaptarse o desaparecer. Eso incluyó a Henry Mancini, quien en 1985 demostró que su versatilidad no se reducía a las pequeñas bandas, sino que era capaz de dar dinamismo a una gran orquesta sinfónica componiendo la espectacular partitura de “Lifeforce. Fuerza Vital”. Para esta película creó un poderoso tema principal, al que acompañaba una tensa composición que enfatizaba los elementos de suspense y terror de esta cinta dirigida por Tobe Hooper.
Sin embargo, la comedia seguía siendo el género por excelencia para Mancini. Su alianza con Blake Edwards estaba dando sus últimos flecos. En 1982, director y compositor ofrecieron su última obra maestra con el extraordinario musical “Victor o Victoria”, por la que el músico recogió el último Oscar de su carrera (compartido con el prestigioso letrista Leslie Bricusse). A este título siguieron otras colaboraciones como las últimas entregas de “La Pantera Rosa”, “El Gran Enredo”, “Cita a Ciegas”, “Una Cana al Aire” o “Una Rubia muy Dudosa”, donde el músico supo mantener el nivel, frente al agotamiento artístico del cineasta.
La figura de Sherlock Holmes protagonizó dos de las últimas comedias de Mancini. Para la Disney, creó la partitura de “Basil el Ratón Superdetective”, uno de los clásicos menores de la compañía, pero desde luego poseedora de un espléndido apartado musical. Lo mismo podemos decir de la divertida comedia “Sin Pistas”, protagonizada por Michael Caine y Ben Kingsley, con una curiosa lectura de la relación entre Holmes y Watson pero que no supo sacar provecho ni a su premisa, ni a sus actores, ni tampoco a la juguetona partitura ofrecida por Mancini.
La carrera de Henry Mancini se cerró a principios de los 90 con la dinámica partitura creada para “Tom y Jerry. La Película” y “El Hijo de la Pantera Rosa”, paupérrima despedida de la serie, donde lo más destacado era la versión del tema principal interpretado por Bobby McFerrin. Mancini falleció poco después, el 14 de junio de 1994, víctima de un cáncer de páncreas, pero su música sigue acompañándonos, sin perder un ápice de fuerza o popularidad, como demostrará la Big Band de Canarias, bajo el liderazgo de Kike Perdomo, el próximo 10 de julio en el concierto organizado para Fimucité 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario