viernes, 3 de junio de 2011

“EL CASTOR”. EL SIMBIONTE

el castor poster

“El Castor” es la tercera película como directora de Jodie Foster, quien, al igual que en sus trabajos anteriores, parece interesada en historias de conflictos familiares, donde drama y humor se entremezclan generando un tono agridulce. Para esta nueva aventura tras la cámara se ha hecho acompañar por un viejo conocido, Mel Gibson, quien de esta manera se adentra en uno de sus ocasionales papeles dramáticos, dispuesto no sólo a superar los problemas que su vida personal le ha ocasionado a su imagen pública en los últimos años, sino también a demostrar de una vez por todas que puede ser también un buen actor de carácter.

familia black

La película es una nueva exploración del vacío y el desengaño que experimenta la clase media-alta en la sociedad estadounidense actual cuando la vida no ofrece las recompensas prometidas, como ya lo fuera en su momento la cinta de Sam Mendes “American Beauty”. La familia protagonista cuenta con una vida asentada y acomodada. Los dos progenitores tienen puestos de responsabilidad en grandes corporaciones empresariales y sus hijos están recibiendo una buena educación mientras disfrutan de los lujos de la civilización occidental moderna, sin embargo, el conflicto comienza cuando el cabeza de familia cae en una profunda depresión, desarticulando la estabilidad familiar. La tesis de la que parte la película es que los traumas personales no quedan delimitados únicamente en la persona que los sufre, sino que irremediablemente infectan todo el entorno personal, laboral y social de esta persona.

walter black

Walter Black (Mel Gibson) se convierte en el centro de la historia. Ya desde la presentación de la película se encuentra en una fase avanzada de su depresión, lo que le convierte en una persona ausente, incapaz de comunicarse y con un terror existencial a desarrollar cualquier tipo de actividad social. Su estado le ha distanciado de su familia y ha llevado a su empresa (una empresa de juguetes heredada de su padre y que no se siente preparado para dirigir) al borde de la bancarrota. Las responsabilidades profesionales y familiares parecen haber acabado por desintegrar su personalidad, llevándole a un estado casi catatónico de defensa de todo lo exterior, limitándose a dormir casi todo el día.

walter black 2

A lo largo de la película podemos intuir cómo era antes de la depresión, pero los breves apuntes que se nos proporcionan de su vida anterior dejan claro que se trata de una persona completamente ajena al protagonista y que ha desaparecido de la existencia. También se deja intuir una relación conflictiva con su padre ya fallecido, alguien que marcó un modelo a seguir a nivel profesional demasiado ambicioso y que seguramente también estuviera ausente durante la infancia del protagonista, centrado más en su trabajo que en ser un progenitor afectuoso. La película no define que existiera un momento traumático concreto que provocara la depresión de Walter, sino que más bien ésta se debe a un cúmulo de elementos (el imperativo social de ser un buen padre, un buen marido, un jefe de éxito) que lejos de llevarle a la felicidad (el American Way of Life), le ha llevado a una vida de stress y ansiedad.

el castor

El Castor (Mel Gibson) se convierte en la otra personalidad de Walter Black. Ideado por el protagonista como un medio para generar una distancia psicológica con el resto del mundo, pronto esta marioneta empieza a dar salida al Walter extrovertido y activo que era antes de la depresión, ayudándole a recuperar su vida, aunque sea de manera ilusoria. Una vez establecida la dinámica de la relación simbiótica que se crea entre ambas entidades, el protagonista experimenta una etapa de euforia y felicidad que se contagia a su relación con su mujer, su hijo pequeño y sus compañeros de trabajo.

walter y meredith2

La dependencia es tal, que en un momento en el que su mujer le pide que deje momentáneamente la marioneta, el protagonista rápidamente tiene una regresión y recupera su ánimo apático. La marioneta del castor se convierte en una persona psicológica independiente que anula la personalidad de Walter, despreciándolo por su debilidad y su incapacidad para controlar su vida, su trabajo y su familia. Lo que empieza siendo un mero objeto adquiere vida propia gracias a Walter y a continuación pasa a convertirse en un parásito que le roba toda la energía, intentando absorber su vida y ocupar su lugar. Como todo caso de bipolaridad, ese falso bienestar pronto deriva en una depresión más profunda, con muestras de violencia, ira y autodestrucción.

meredith black

Meredith Black (Jodie Foster), por su parte, es también un papel exigente, aunque menos desarrollado en pantalla, dependiente en todo momento del estado de ánimo de su marido. En ella confluyen dos aspectos principales: la responsabilidad y la culpabilidad. Ante la depresión de su marido, ella asume la obligación de la manutención de la familia y se convierte en su eslabón emocional. Sacrifica sus horas de sueño para atender a clientes extranjeros, mientras que por el día se encarga de llevar y recoger al hijo menor al colegio y se enfrenta a la rebeldía adolescente del mayor contra su padre. Por otro lado, aunque es consciente de la enfermedad de su marido, también sabe que su depresión puede arrastrar consigo a toda la familia y debe tomar decisiones que salvaguarden el bienestar de sus hijos. Esto provoca en ella sentimientos contradictorios y una enorme culpabilidad.

porter black

Porter Black (Anton Yelchin) es el hijo mayor de la pareja y atraviesa también un complicado momento a nivel psicológico. Su padre ha dejado de ser ese modelo al que aspiraba para convertirse en un pelele sin personalidad o en un desequilibrado que prefiere comunicarse a través de un muñeco por miedo a lo que le rodea. Este rechazo llega a tal punto que realiza un inventario de todos aquellos gestos y conductas que comparte con su padre para intentar eliminarlos. Pese a esto, Porter acaba desarrollando los mismos desequilibrios que él. En el instituto ha montado un negocio de preparación de trabajos para otros alumnos, destacando por su habilidad para mimetizar el estilo de cada uno de ellos para que los profesores no se percaten del engaño. De esta manera, mientras intenta escapar de su realidad, Porter se dedica a vivir la vida a través de los demás, en otro ejemplo de simbiosis destructiva.

Junto a estos tres personajes principales podemos encontrar otros de carácter secundario, pero que también aportan nuevas perspectivas dentro de esta compleja maraña psicológica.

henry black

Henry Black (Riley Thomas Stewart) es el hijo pequeño de la pareja y guarda un estrecho vínculo con su padre. Al contrario que Porter se encuentra aún en esa fase del crecimiento donde necesita de modelos para construir su personalidad, de ahí que, cuando su padre cae en la depresión, él se refugie en sí mismo, aislándose de sus compañeros de clase, hasta el punto de volverse invisible para su propia madre. Él es el primero de reaccionar de manera positiva ante el castor, viéndolo como un juego y una manera de recuperar el contacto con su padre. La marioneta ayuda a restablecer el vínculo entre ambos, compartiendo juegos y el interés por las manualidades.

norah

Norah (Jennifer Lawrence) es una compañera de instituto de Porter, una de las alumnas más destacadas y jefa del equipo de animadoras, sin embargo, como el resto de los personajes, no todo es lo que se ve en la superficie. Bajo esta imagen de responsabilidad e perfecta integración social, subyace un trauma, carencias afectivas y una latente necesidad de expresión artística que bulle por emerger. Porter y ella conectan en su necesidad de afecto, pero sus respectivos traumas están muy arraigados, necesitando ambos un detonante emocional para poder sacar a la luz aquello que llevan años escondiendo.

cherry jones

Por último tenemos el papel de la Vicepresidenta (Cherry Jones) de la empresa de Walter, una mujer preparada, inteligente y trabajadora, leal a la empresa y a los designios de sus superiores, pero que ve cómo la empresa va hacia la bancarrota por falta de liderazgo. Se trata de un papel minoritario y poco desarrollado, que podría haber dado más de sí, pero que con el fin de no distraer al espectador de la trama principal, se queda en un mero esbozo de lo que podría haber sido.

mel gibson

“El Castor” es, ante todo, una película de personajes, por lo que el peso de la cinta recae enormemente en los hombros de sus actores, especialmente Mel Gibson, quien participa en prácticamente todas las secuencias de la cinta. El actor australiano se enfrenta a un importante reto con este papel, y lo consigue batir con buena nota. Gibson hace un buen trabajo en lo referente a la bipolaridad del personaje, marcando bien la transición entre los momentos de depresión y los de euforia, incluso cuando estos se producen dentro de una misma escena, como sucede en la cena de aniversario del matrimonio Black. También tiene que afrontar otro reto y es diferenciar a su personaje del castor. Esto lo logra de manera directa a través de la impostación de la voz, pero también desemparejando la personalidad de ambas entidades, de manera que el espectador acaba identificando en qué momento la voz cantante la lleva Walter y cuándo El Castor.

walter y meredith3

A lo largo de 90 minutos el actor tiene la responsabilidad de marcar el complejo arco psicológico que atraviesa su personaje. Es cierto que, en ocasiones, esta evolución resulta vertiginosa y un tanto precipitada, pero más que un problema de interpretación o de guión podemos ver en ello una necesidad narrativa para poder acotar el campo temporal de la trama. Más introspectiva es la interpretación de Jodie Foster, quien con menor número de escenas, compone un personaje más cercano y verosímil. En las escenas conjuntas de los dos actores podemos apreciar una excelente química (ya existente cuando rodaron juntos “Maverik” en 1994) y una gran complicidad.

anton jennifer

También es de destacar el trabajo de Anton Yelchin, un joven actor en alza que aquí refrenda con su interpretación la excelente trayectoria que ha ido desarrollando a lo largo de una década de trabajo, especialmente en los últimos años, donde lo hemos podido ver aportando elementos novedosos en papeles ya predefinidos y conocidos por el público como Chekov en la nueva versión de “Star Trek” o Kyle Reese en “Terminator Salvation”. El resto del reparto defiende con entereza a sus personajes, pero limitados por el carácter secundario de estos, lo que no les permite desarrollan su interpretación como los tres protagonistas. De los ya mencionados, podemos destacar a Jennifer Lawrence, quien con poca experiencia a sus espaldas, ya se desenvuelve entre los jóvenes intérpretes más prometedores del panorama actual de la industria de Hollywood, refrendando aquí su habilidad para personajes dramáticos e introspectivos ya expuesta en títulos como “Lejos de la Tierra Quemada” y, especialmente, “Winter’s Bone”, por la que fue nominada al Oscar.

jodie foster2

La labor como directora de Jodie Foster es minimalista y discreta, no permitiendo que la cámara le reste protagonismo a los personajes, una cualidad ya presente en sus anteriores trabajos tras la cámara, “El Pequeño Tate” y “A Casa por Vacaciones”. El aspecto más llamativo de la puesta en escena es el juego que se establece con la imagen para marcar la predominancia de la marioneta en determinadas escenas, y, sobre todo, cómo pasa a silenciar la boca de Walter. Hay cierto carácter poético en algunos de los planos que propone la actriz, buscando una mirada externa y diferente a los protagonistas, y en ocasiones, quebrada o parcial, subrayando la existencia de ese mundo interior inexplorado de los personajes.

jodie foster

Otras constantes de esta película con respecto a la filmografía como realizadora de Jodie Foster son su ritmo pausado y descriptivo, más pendiente del comportamiento de los personajes que de la acción de la escena, y su tono agridulce, dosificando elementos de humor (especialmente en la primera mitad de la película) para aliviar el dramatismo de la historia. Una vez superado el meridiano de la película, estos toques de comedia se van diluyendo, dejando paso al clímax afectivo de la historia.

familia black 2

“El Castor” es una película modesta en cuanto a su presupuesto y puesta en escena, pero ambiciosa en lo argumental. La complejidad del tema a tratar engrandece el reto acometido por la directora y cómo logra que algo tan trascendente quede expuesto de manera clara y sencilla, sin grandes parafernalias, apoyándose únicamente en los actores y en un guión bien elaborado y documentado, con un excelente retrato psicológico de los personajes. Se trata de cine honesto y coherente, no sólo en sí mismo, sino también en cuanto a los intereses dramáticos de su directora. Así Foster suma un nuevo escalón a una filmografía que no puede competir con su carrera interpretativa, pero que no por ello tiene menor valor artístico.

beaver-2011-banner

No hay comentarios:

Publicar un comentario