Como es habitual la temporada de premios cierra con la entrega de los premios Oscars de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood. En esta ocasión, la ceremonia cerró sin un ganador absoluto, sino que se caracterizó por el reparto de estatuillas entre las principales favoritas, eso sí, deparando pocas sorpresas a lo largo de la noche (y las que hubo no especialmente positivas). El duelo, a priori esperado, entre “Birdman” y “Boyhood” acabó no siendo tal y la tercera en discordia, “El Gran Hotel Budapest”, aprovechó su sólida posición en el apartado de premios técnicos para imponerse a la cinta de Richard Linklater. Al final las películas de Alejandro González Iñarritu y Wes Anderson acabaron empatadas en número de Oscars (4), aunque con predomino de la primera al alzarse con los principales premios de la noche (o casi, ya que el Stephen Hawking de Eddie Redmayne le birló a Michael Keaton la ansiada estatuilla). Por otro lado, otra cinta que alcanzó también una gran victoria fue “Whiplash” que sumó un total de 3 Oscars.
Por segundo año consecutivo, los cineastas mexicanos se apropiaron de la fiesta estadounidense. Tras el éxito de Alfonso Cuarón el año pasado con “Gravity”, Alejandro González Iñarritu se quitó la espina clavada con “Amores Perros” en el 2000 y con “Babel” en 2007 y finalmente sí se alzó con la preciada estatuilla, obteniendo “Birdman” las categorías de mejor película, director, guion original y dirección de fotografía. “El Gran Hotel Budapest” por su parte se hizo con los premios de mejor maquillaje y peluquería, vestuario, diseño de producción y banda sonora (primera estatuilla para el compositor francés Alexandre Desplat tras 8 nominaciones). Mientras que Whiplash consiguió mejor actor de reparto para J.K. Simmons, mejor sonido y mejor montaje. En estos tres casos, todos los premios están plenamente justificados y difícilmente encontramos otro título de los nominados más aptos para habérselos llevado.
En los apartados interpretativos, también al elección fue muy ajustada. Nosotros particularmente hubiésemos preferido un premio para Michael Keaton en lugar de Eddie Remayne y, junto con la interpretación de Julianne Moore, queda la sombra de ese favoritismo de la Academia a los personajes con alguna enfermedad grave; sin embargo, no podemos negar la destreza y la complejidad del trabajo de Redmayne y mucho menos la extraordinaria actuación de Moore, actriz con la que, por otro lado, la Academia tenía contraída una deuda histórica. No sólo no había resultado premiada con anterioridad pese a haber sido candidata en cuatro ocasiones previas (con papeles tan extraordinarios como los de “Boogie Nights”, “El Fin del Romance”, “Las Horas” o “Lejos del Cielo”), sino que además había sido ignorada en otros tantos papeles merecedores de premio y que ni siquiera concurrieron en la carrera hacia los Oscars (“Vidas Cruzadas”, “Vania en la Calle 42”, “Safe”, “Magnolia”, “Los Chicos Están Bien”). Simmons no sólo ha revalidado su posición de secundario de lujo, sino que su Profesor Fetcher ha pasado a convertirse en uno de esos villanos carismáticos del cine a la altura del Sargento Hartman de “La Chaqueta Metálica” o la enfermera Ratched de “Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco”. Finalmente, Patricia Arquette culmina con este premio un viaje de más de trece años, donde ha trasmitido su experiencia vital a su interpretación de la madre de Mason en “Boyhood”, un personaje cercano e íntimo, lleno de claroscuros, y por ello tremendamente humano.
No todos los premios de la noche resultaron tan predecibles. Sí encontramos algunas sorpresas, aunque, en nuestra opinión, la mayor parte de ellas no especialmente afortunadas. Ya resultaba injusto que una de las grandes películas de animación del año pasado, “La LegoPelícula”, quedara fuera de la competición; además, finalmente, el Oscar fue a parar a manos de “Big Hero 6”, cinta muy entretenida y técnicamente deslumbrante, además impulsada por la Disney en su campaña por la estatuilla. Sin embargo, este año Dreamworks Animation había conseguido volar más alto con la maravillosa “Cómo Entrenar a tu Dragón 2”, favorita en todas las quinielas y que finalmente se fue de vacío. Tampoco estamos de acuerdo con el premio a Guion Adaptado. El libreto de Graham Moore resulta un guion de manual, y aún así con carencias, desaprovechando aspectos clave de la historia real de Alan Turing y quedándose corto en la propia reivindicación de la homosexualidad del protagonista. Finalmente, las previsiones daban por ganador en el apartado de canción original el tema “Lost Stars” de la película “Begin Again”. El premio a “Glory” de “Selma” se puede leer como una claudicación de la Academia a la comunidad afroamericana, que protestó activamente cuando la cinta sólo obtuvo dos candidaturas (canción y mejor película). Sin embargo, hay que reconocer que se trata de una estupenda canción y que el hecho de que se interpretara justamente antes de entregar el premio, con una impactante puesta en escena, hizo que nadie pudiera negarle su derecho a la estatuilla.
La gala fue conducida por Neil Patrick Harris, actor de fama en el terreno televisivo, que ya había alcanzado respeto como maestro de ceremonias tras presentar en cuatro ocasiones la gala de los premios Tony, donde había destacado por su desparpajo, su sentido del humor y sus habilidades musicales. Su saberhacer en estos galardones le habían convertido en un candidato reclamado a nivel popular desde hacía años. Patrick Harris supo cumplir su cometido aunque se le hubiese agradecido más participación, protagonizando un colorido arranque musical (con participación de la protagonista de “Into the Woods” Anna Kendrick y Jack Black) y animado la gala con comentarios y sketches humorísticos (el mejor, sin duda, su paseo en ropa interior en referencia a una de las secuencias clave de “Birdman”) que salvaron algunos de los puntos muertos de la gala.
Fue una ceremonia necesitada precisamente de esos momentos de reanimación, en primer lugar por tratarse de una edición donde los premios resultaron en su mayor parte predecibles o esperados (restando emoción a las 4 horas de duración), pero además muy preocupada en cumplir con el horario establecido, resultado una gala muy esquemática y apresurada, demasiado encorsetada en su propio guion. El tiempo para agradecimientos estuvo muy controlado (si no que se lo digan al director de “Ida”, que tuvo que apurar a los Pedro Almodóvar, o del corto de ficción “The Phone Call”, que quiso hacer el chiste de agradecer a la panadería de al lado de su casa y se comió gran parte del tiempo previsto) y los diferentes presentadores de premios se iban sucediendo unos a otros casi sin tiempo para asimilar el galardón anterior. El resultado es una ceremonia que no pasará a la historia. Carente de anécdotas agradecidas (más allá de los nervios habituales, o el desfase con el teleprompter sufrido por el actor Terrence Howard). Entre los highlights del anoche podemos destacar los discursos comprometidos de Patricia Arquette (el más comentado de la noche, rápidamente convertido en trending topic), el guionista Graham Moore (con confesión propia de un intento de suicidio anterior) o Alejandro González Iñárritu; el homenaje a “Sonrisas y Lágrimas”, con una sorprendentemente recatada Lady Gaga; u otros números musicales como las canciones “Everything Is Awaesome” o la ganadora, “Glory”, con una puesta en escena espectacular. Se ha dicho que ésta ha sido la edición del cine independiente, con los premios a “Birdman”, “El Gran Hotel Budapest”, “Whiplash” y la gran acogida en nominaciones a “Boyhood”. Incluso, los indies han arrasado en aspectos técnicos como efectos visuales o maquillaje, hueco habitualmente dejado para el cine más comercial. Pero no se crean que el cine independiente ha conquistado Hollywood. Si no, recuerden quien entregó los premios: El nuevo Capitán Kirk (Chris Pine), Uhura (Zoe Saldana), el Capitán América (Chris Evans), Starlord (Chris Pratt), Anastasia Steele (Dakota Johnson, aunque sin el Sr. Grey, que debió quedarse en casa jugando en la habitación roja), la Viuda Negra (Scalett Johansson), Superdetective en Hollywood (Eddie Murphy), Batman (Ben Affleck), Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), The Rock (The Rock), el nuevo Mr Fantástico (Miles Teller), el nuevo Joker (Jared Leto) o Peeta Mellark (Josh Hutcherson).
MEJOR PELÍCULA
“Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)”
MEJOR DIRECTOR
Alejandro G. Iñárritu por “Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)”
MEJOR ACTRIZ
Julianne Moore por “Siempre Alice”
MEJOR ACTOR
Eddie Redmayne por “La teoría del todo”
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Patricia Arquette por “Boyhood (Momentos de una vida)”
MEJOR ACTOR DE REPARTO
J.K. Simmons por “Whiplash”
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
“Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)”
MEJOR FOTOGRAFÍA
“Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)”
MEJOR MONTAJE
“Whiplash”
MEJOR BANDA SONORA
“El Gran Hotel Budapest” (Alexandre Desplat)
MEJOR CANCIÓN
“Glory”, de Common y John Legend por “Selma”
MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
“Ida” (Polonia)
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
“Big Hero 6”
MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO
“El Gran Hotel Budapest”
MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA
“El Gran Hotel Budapest”
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN
“El Gran Hotel Budapest”
MEJOR SONIDO
“Whiplash”
MEJORES EFECTOS SONOROS
“El francotirador”
MEJORES EFECTOS VISUALES
“Interstellar”
MEJOR CORTOMETRAJE DE FICCIÓN
“The Phone Call”
MEJOR CORTOMETRAJE DOCUMENTAL
“Crisis Hotline”
MEJOR CORTOMETRAJE ANIMADO
“Buenas migas”
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