Por definición, la cinefilia viene a representar la afición al cine en general, sin embargo, nos podemos encontrar con una amplia gama de cinéfilos, que se agrupan según sus preferencias y aficiones. Lo que viene a continuación es una catalogación meramente ilustrativa, sin valor sociológico alguno.
En primer lugar tenemos el llamado Cinéfilo de Cine Club, o Cinéfilo Intelectual. Nunca ve cine comercial hollywoodiense. Se trata de un grupo selecto que sólo ve cine de autor, con preferencia por directores como Jean Luc Godard, Ingmar Bergman o Andrei Tarkovski. Son aficionados también a determinadas corrientes de cine independiente, especialmente autores como Jim Jarmusch o John Sayles, y han visto el futuro del cine en la llegada a occidente de nuevas cinematografías, hasta ahora desconocidas, como la iraní.
La siguiente categoría es el Cinéfilo Friki. Completamente opuesto al anterior. Se trata por regla general de un grupo joven, aunque también podemos encontrar a varios cuarentones mentalmente anclados en la adolescencia. Se les reconoce fácilmente porque van disfrazados al cine y a penas se relacionan con gente fuera de su círculo. Fans de los cómics, Internet, los juegos de rol y la ciencia ficción, suelen coleccionar muñecos que nunca sacan del plástico (blíster, para ser más correctos), hablan con fluidez en varios idiomas extraterretres, como el Klingon, y han excomulgado a George Lucas de su comunidad por crear a Jar Jar Binks. Para ellos el futuro del cine está en Hong Kong, Japón y el ciberespacio.
Seguimos con el Cinéfilo Clásico. Para ellos cualquier tiempo pasado siempre fue mejor y el cine se acabó a finales de los 70. Abominan el cine de efectos especiales y en su opinión, las películas actuales son sólo videojuegos a los que se les ha quitado la parte interactiva. Sus dioses son Orson Welles y Alfred Hitchcock, aunque también adoran a Ernst Lubitsch, Billy Wilder, George Cuckor o Cecil B. De Mille.
Nuestra cuarta categoría es para el Cinéfilo Enciclopédico. Se trata de un tipo de aficionado al cine propenso al trivial, para el que únicamente cuentan los datos. Sabe todo de una película, desde anécdotas de filmación, costo total, preferencias sexuales del elenco, cuándo se estreno, la duración o en qué salas se proyectó. Suelen quedarse hasta el final de los títulos de crédito y sólo consulta Internet para confirmar lo que ya sabe.
Tenemos también al Cinéfilo Cinéfago. Éste carece por completo de sentido crítico y se dedica a ver todo lo que cae en sus manos. Son espectadores crónicos que sienten un extraño placer fetichista apilando películas frente a su reproductor de DVD o Blu Ray, y se frustran mientras realizan acciones cotidianas tan inútiles como dormir o ir al baño porque le restan tiempo para llevar a cabo su labor devoradora.
Con el caso del Cinéfilo de Video Club, nos referimos a un sector que nunca va al cine, sino que prefiere llevarse las películas a casa. Por regla general suele ver títulos que nunca se han pasado por salas comerciales, y que sólo se pueden obtener en formato doméstico. En muchas ocasiones se tratan de productos de cuestionable calidad, como las películas de artes marciales chinas, títulos de ciencia ficción de serie B, o sub productos de cine de acción protagonizados por gente como Chuck Norris, Steven Seagal, Jean Claude Van Damme o Jackie Chan.
Está categoría está siendo sustituida paulatinamente por una nueva especie, el Cinéfilo Internauta, aficionado a ver las películas que se descarga gracias a programas como el e-mule o el bit torrent. Por regla general no suele dar demasiada importancia a la calidad de la imagen o el sonido, si a cambio puede ver una película antes de que se estrene en las salas de cine. Existe una variante comprometida con los derechos de autor que utiliza sitios de descarga legal pero de momento se trata de un rara avis.
Por último tenemos el Über-cinéfilo. Este caso realmente no existe, es una quimera a la que aspiran llegar la mayor parte de los cinéfilos y que supone un compendio de todo lo anterior. Es el cinéfilo perfecto, poseedor de un alto intelecto que le permita entender el cine de Peter Greenaway, sin por ello perder el carácter lúdico de ir al cine en pandilla vestido de Obi Wan Kenobi. Ha visto todas las películas habidas y por haber, y por lo tanto se conoce hasta el más mínimo detalle de cada una de ellas. Alterna tanto el cine clásico como el moderno, en el videoclub le dejan sacar las películas gratis y se desenvuelve bien con títulos de cualquier nacionalidad. Vive única y exclusivamente para el cine y no necesita comer, ni dormir, ni trabajar. Su única fuente de energía es el cine, así que mientras haya películas por ver, no morirá nunca.
¿Y tú, qué tipo de cinéfilo eres?
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